La creciente ira contra el Estado islámico (EI) por los brutales asesinatos de rehenes tras prolongadas negociaciones no detendría el flujo de dinero al grupo extremista.
En cambio, expertos temen que las ejecuciones puedan servir para llenar sus arcas.
"El mundo entero está hablando sobre este califato y el poder que tienen", dijo Yonah Alexander, del centro de estudios Instituto Potomac, en Washington. "Personas siguen contribuyendo, incluyendo saudíes y algunos otros países, a su causa".
Estados Unidos ha expresado consistentemente preocupaciones sobre el uso de videos espeluznantes, como el que muestra al piloto jordano Muath al-Kaseasbeh quemado vivo, por el grupo para motivar a sus partidarios.
"No es una cuestión de si EI cambiará tácticas", dijo un funcionario de inteligencia bajo condición de anonimato. "Es una cuestión de si su propaganda continuará resonando".
Al menos con el público objetivo de extremistas y aspirantes a combatientes extranjeros del grupo, los expertos creen que los videos han resonado con fuerza.
Otro funcionario estadounidense dijo a la Voz de América que el Estado islámico "es una buena marca si se es un terrorista".
Como resultado, los analistas advierten que no hay razón para pensar que el tratamiento brutal del Estado islámico a sus rehenes no continuará dando frutos.
"Cuando empezaron a hacer esto creo que reconocieron que tenía un enorme valor propagandístico y en un cierto nivel no se puede poner una cifra en dólares a eso", dijo Matthew Levitt, un ex funcionario del Departamento del Tesoro y hoy analista del Instituto Washington para Asuntos de Contraterrorismo e Inteligencia.
Los expertos dudan que los asesinatos de alto perfil perjudiquen la capacidad del Estado islámico de seguir recaudando dinero de los rescates, cifra que alcanzó al menos $20 millones de dólares en 2014.
"Algunos países han adoptado una política de facto de permitir el pago de rescates analizando caso por caso", dijo la subsecretaria adjunta para la financiación del terrorismo del Departamento del Tesoro, Jennifer Fowler.
En declaraciones a principios de esta semana, Fowler también dijo que EE.UU. seguirá tratando que los países que permiten pagos por rescate cambien su táctica.
El impacto de esto no está claro.
"Hay algunas pruebas de que es un poco más difícil para [el Estado islámico] conseguir todo ese dinero", dijo Levitt. "Ellos saben de qué países pueden obtener dinero y de cuales no se puede".
No todos los secuestros involucran rehenes de alto perfil, como el piloto de Jordania o periodistas japoneses o estadounidenses. Los analistas dicen que algunas de las víctimas de secuestro son los iraquíes y sirios que son rescatados con pagos relativamente pequeños.