Miles de españoles celebraron en las calles de Madrid junto a Mariano Rajoy, quien se convirtió en el nuevo presidente de España.
"(Con más del 99% de los votos) el Partido Popular ha ganado las elecciones, por eso quiero felicitar a Mariano Rajoy en nombre del gobierno", dijo José Durán, portavoz del Centro Electoral.
El funcionario también destacó que España celebró una jornada histórica al ser "las primeras elecciones que se celebran sin la amenaza de los terroristas".
“Los españoles mediante su voto han decidio que el Partido Popular sea quien dirija el país”, dijo Rajoy, frente a sus seguidores en la calle Génova, en Madrid.
“Quiero agradecer a los millones de españoles que han depositado su confianza en el Partido Popular. Esa responsabilidad exige todo de nosotros”.
“Estoy decidido a ser el presidente de todos y anteponer el interés general ante cualquier interés particular. Gobernaré al servicio de España y de los españoles, procurando que nadie se sienta excluido”, sostuvo el nuevo presidente del gobierno de España.
Casi dos años de recesión han dejado a España con un alto nivel de desempleo del 21,5%, uno de los más altos en la eurozona, que se traduce en 5 millones de parados en la calle, y un abultado déficit presupuestario, por lo que Rajoy aseguró que trabajará con todos los sectores para devolver la confianza a España.
“Dejaremos de ser un problema para volver a formar parte de la solución. No va a haber milagros, no los hemos prometido, pero hemos visto que cuando se hacen bien las cosas los resultados llegan”, aseguró el nuevo líder español.
Por su parte el derrotado Alfredo Pérez Rubalcaba, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), aseguró que felicitó al Partido Popular por la victoria.
Rubalcaba reconoció que el partido socialista "no ha tenido un buen resultado, hemos perdido claramente las eleccines. Aún así hemos recibido el apoyo de siete millones de personas, lo que tiene un enorme significado para nosotros, lo agradezco de corazón y les puedo asegurar que estaremos a la altura de esa cifra".
El PSOE sufrió su peor derrota electoral en la historia del país, mientras que los "populares" lograron su mayor victoria.
Más de 35 millones de españoles votaron durante estas elecciones marcadas por un masivo descontento popular que generó meses atrás la organización de protestas y marchas por los llamados indignados, grupo de jóvenes que reclaman una mayor representatividad democrática, y que finalmente puso fin a los casi ocho años del gobierno del PSOE, dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero.
Según el Centro Electoral, el Partido Popular logró 186 diputados, frente a los 110 conseguidos por el Partido Socialista, cuando todavía faltan unos tres millones de votos por escrutarse. El resultado le daría una mayoría absoluta al partido de Rajoy para gobernar sin trabas políticas en el Congreso.
Los españoles también rompieron durante estas elecciones con el bipartidismo y le dieron fuerza varios otros partidos minoritarios que lograron ubicar un número histórico de diputados en el Parlamento.
El partido Convergencia de Unión tiene 16 diputados, Izquierda Unida 11, Unión Progreso y Democracia 5, el Partido Nacionalista Vasco 5 entre otros, lo que convierte al Parlamento español en un organismo completamente fragmentado.