El enviado del presidente de Estados Unidos, Richard Grenell, se reunirá el viernes con el gobernante Nicolás Maduro en Venezuela, confirmó un funcionario de la administración de Donald Trump.
El enviado especial de Trump a Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, insistió en que no se trata de una negociación, sino que Grenell viajaría a trasmitir el mensaje de la administración sobre temas como el de los vuelos de deportación de venezolanos desde EEUU, con quien Venezuela no tiene tratados de este tipo.
“Esto no es una negociación, esto es trasladar un mensaje inequívoco sobre dos puntos: uno, los criminales venezolanos, de la pandilla del Tren de Aragua que tienen que ser deportados, Venezuela los tienen que aceptar, es su responsabilidad, eso no es negociable”, dijo Claver-Carone el viernes en una llamada con periodistas.
“Dos, los rehenes norteamericanos actualmente en Venezuela tienen que ser inmediatamente soltados y regresados a los Estados Unidos, y si no se cumplen esos dos requisitos obviamente habrá consecuencias del gobierno de los Estados Unidos. Aquí no hay negociación sobre temas del petróleo”, continuó.
Claver-Carone aclaró que la discusión de los temas con el gobierno de Maduro no cambia “de ninguna manera” la postura del gobierno estadounidense respecto al “robo” de las elecciones en Venezuela y la necesidad de “un cambio democrático en el país”.
La semana pasada, Grenell, anunció que había hablado con varios funcionarios en Venezuela, pero no ofreció detalles sobre los temas abordados.
"La diplomacia ha vuelto", dijo Grenell en una publicación en X que revelaba sus llamadas iniciales. "Hablar es una táctica", subrayó.
El ministro de Comunicaciones de Venezuela, Freddy Ñañez, replicó en su canal de Telegram una confirmación de la reunión de Grenell con Maduro, quien propondría al enviado una "agenda cero" para tratar con la administración Trump.
El senador republicano, Rick Scott, dijo esperar que durante su visita en "lo único" en lo que se centre Grenell sea en exigir el regreso de estadounidenses "secuestrados" en territorio venezolano, y asegurar que Maduro retorne a su país a "matones y miembros de pandillas" que se encuentran en EEUU.
"Y encontrar un nuevo país para que Maduro, Diosdado (Cabello) y todos los involucrados en este régimen asesino se vayan lo antes posible", escribió Scott en X.
No está claro cuántos estadounidenses o ciudadanos con doble nacionalidad están detenidos en Venezuela, pero funcionarios venezolanos han hablado públicamente sobre al menos nueve.
Los funcionarios de Maduro han acusado a la mayoría de ellos de terrorismo y han dicho que algunos eran "mercenarios" de alto nivel.
Venezuela ha acusado regularmente a miembros de la oposición y detenidos extranjeros de conspirar con entidades estadounidenses como la CIA para planificar ataques terroristas.
Los funcionarios estadounidenses lo han negado constantemente.
Tras meses de negociaciones, en diciembre del 2023 el gobierno venezolano canjeó a un grupo de prisioneros estadounidenses por Alex Saab, un cercano aliado de Maduro que era procesado en EEUU por lavado de capitales.
El gobierno de Joe Biden restableció en abril amplias sanciones petroleras después de que dijera que Maduro no cumplió sus promesas de una elección presidencial libre el año pasado, así como sanciones selectivas a decenas de funcionarios.
La victoria de Maduro en esa votación del 28 de julio, respaldada por el gobierno, es cuestionada por la oposición, los observadores internacionales y numerosos países occidentales, incluido Estados Unidos.
Si bien luego tomar posesión del cargo Trump no ha hecho referencia directa a Maduro, o a las denuncias de fraude electoral en su contra, el presidente dijo que probablemente su país dejará de comprar petróleo a Venezuela porque, según dijo, no lo necesitan.
Durante su campaña, Trump llamó dictador a Maduro, y en su primer mandato, de 2017 a 2021, mantuvo una política de "máxima presión" que incluyó imposición de duras sanciones al país sudamericano y su industria petrolera.
El expresidente Joe Biden revocó brevemente algunas de las restricciones de la era Trump tras las promesas electorales de Maduro, pero luego las restableció, diciendo que el líder venezolano había incumplido las promesas de una votación democrática justa.
El Financial Times informó el viernes que Chevron está tratando de proteger la licencia especial de Estados Unidos que le permite operar en Venezuela.
El director ejecutivo del gigante petrolero, Mike Wirth, dijo al periódico que la compañía se comunicaría con la Casa Blanca después de que Marco Rubio, el secretario de estado de Trump, dijera que la licencia debería ser reconsiderada.
Si Chevron se ve obligada a salir, China y Rusia ganarán influencia en la nación de la OPEP, dijo Wirth.
Las exportaciones de petróleo de Venezuela a Estados Unidos se dispararon un 64% a unos 222.000 barriles por día el año pasado, lo que lo convirtió en su segundo mercado de exportación más grande detrás de China, que recibió 351.000 bpd, un 18% menos en comparación con el año anterior.
[Con información de Reuters]
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