Un puñado de estados podrían haber encontrado una forma para ayudar a frenar la propagación del coronavirus en las casas para ancianos al convertirlas en "centros de recuperación" para residentes que han abandonado el hospital pero todavía podrían ser contagiosos o no ser inmunes.
Los críticos temen afectar a los frágiles y residentes al llevarlos a otra parte para hacer espacio en las casas para ancianos. Pero algunos expertos de salud pública y activistas ven un potencial para combatir la infección y liberar más espacio en los hospitales. Además, muchos familiares acogieron el concepto como una manera de proteger a sus seres queridos.
Debra Ellis debate sobre si llevar a su esposa de 87 años a casa si se registra un caso de coronavirus en su residencia para ancianos, que actualmente no ha reportado ninguna infección. Ellis vive en Meriden, Connecticut, un estado donde se han dispuesto tres casas para ancianos, de las nueve que se tienen planeadas, para pacientes que se recuperan del COVID-19 en las últimas semanas.
"Es terrible, la ansiedad, casi sientes que son blancos fáciles", comentó Ellis.
Aunque las casas para ancianos aíslan a los residentes con enfermedades infecciosas, como gripe, los activistas consideran que la idea de reservar toda la instalación es necesaria, debido a lo fácil y rápido que se puede propagar el coronavirus.
La idea se ha presentado en otros estados, como Massachusetts y Utah, pero no a gran escala como se ha hecho en Connecticut.
Es muy pronto para tener datos que muestren si mantener a pacientes dados de alta de hospital en una instalación por separado para que se recuperen hasta que den negativo al virus cambiará la tasa de infecciones dentro de las casas para ancianos, pero las autoridades de Connecticut dijeron que ha ayudado a liberar espacio en los hospitales. Hasta el viernes, las autoridades estatales dijeron que alrededor de 100 pacientes habían sido dados de alta y llevados a casas de recuperación.
