Tal como ha sucedido en otras elecciones presidenciales, la Convención Nacional Republicana catapultó hacia arriba en las preferencias al candidato republicano Mitt Romney y ahora se encuentra empatado con el presidente Barack Obama de acuerdo a un sondeo dado a conocer este domingo.
El sondeo de Reuters/Ipsos mostró un empate absoluto, con un 45 por ciento de probables votantes manifestando su preferencia por Obama y otro 45 por ciento favoreciendo a Romney.
Antes de la Convención Republicana, la misma encuestadora daba la ventaja a Obama sobre Romney, 46 a 42.
Pero Obama entra a una importante semana en su campaña y tendrá la oportunidad de recuperar esos puntos perdidos, cuando se realice la Convención Nacional Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, a partir del martes.
La encuestadora de Ipsos Julia Clark dijo que confía en que los números de Obama mejorarán durante la convención.
"El hecho de que Obama y Romney aún estén empatados me señala que no vamos a ver algún tipo de repunte sostenido para Romney", sostuvo Clark.
"En la medida en que nos acerquemos a la convención de la próxima semana, Romney luchará por mantener una aprobación pareja a la del presidente - pero seguramente veremos un cambio de vuelta hacia Obama", agregó.
De acuerdo al sitio web de la encuestadora Gallup, lo normal es que después de una convención, los candidatos suban en promedio 5 puntos en las preferencias de los electores. La siguiente convención casi siempre borra esa ventaja.
En 2008, por ejemplo, Obama subió 4 puntos luego de la Convención Demócrata, mientras McCain recuperó esa diferencia la semana siguiente y la superó, al “rebotar” 6 puntos.
En el 2004, el candidato John Kerry bajó un punto luego de su Convención, mientras George W. Bush subió 2.
La excepción ha sido Bill Clinton, que en 1992, como candidato, subió 16 puntos luego de su exitosa Convención y su oponente, el entonces presidente George Herbert Walker Bush, sólo rebotó 5 puntos al salir de la Convención Republicana, y perdió la elección.
La encuesta de Reuters/Ipsos sugiere que los votantes están esperando oír lo que Obama tiene que decir respecto al tema más apremiante de la campaña, la economía estadounidense y el desempleo que alcanza el 8,3 por ciento.
El sondeo de Reuters/Ipsos mostró un empate absoluto, con un 45 por ciento de probables votantes manifestando su preferencia por Obama y otro 45 por ciento favoreciendo a Romney.
Antes de la Convención Republicana, la misma encuestadora daba la ventaja a Obama sobre Romney, 46 a 42.
Pero Obama entra a una importante semana en su campaña y tendrá la oportunidad de recuperar esos puntos perdidos, cuando se realice la Convención Nacional Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, a partir del martes.
La encuestadora de Ipsos Julia Clark dijo que confía en que los números de Obama mejorarán durante la convención.
"El hecho de que Obama y Romney aún estén empatados me señala que no vamos a ver algún tipo de repunte sostenido para Romney", sostuvo Clark.
"En la medida en que nos acerquemos a la convención de la próxima semana, Romney luchará por mantener una aprobación pareja a la del presidente - pero seguramente veremos un cambio de vuelta hacia Obama", agregó.
De acuerdo al sitio web de la encuestadora Gallup, lo normal es que después de una convención, los candidatos suban en promedio 5 puntos en las preferencias de los electores. La siguiente convención casi siempre borra esa ventaja.
En 2008, por ejemplo, Obama subió 4 puntos luego de la Convención Demócrata, mientras McCain recuperó esa diferencia la semana siguiente y la superó, al “rebotar” 6 puntos.
En el 2004, el candidato John Kerry bajó un punto luego de su Convención, mientras George W. Bush subió 2.
La excepción ha sido Bill Clinton, que en 1992, como candidato, subió 16 puntos luego de su exitosa Convención y su oponente, el entonces presidente George Herbert Walker Bush, sólo rebotó 5 puntos al salir de la Convención Republicana, y perdió la elección.
La encuesta de Reuters/Ipsos sugiere que los votantes están esperando oír lo que Obama tiene que decir respecto al tema más apremiante de la campaña, la economía estadounidense y el desempleo que alcanza el 8,3 por ciento.