El papa Francisco regañó a un feligrés en Morelia, México, que lo haló muy fuerte y casi lo hizo caer sobre un chico en una silla de ruedas.
"No seas egoista" le dijo el Papa varias veces a la persona que lo haló de la mano y de la manga y que estaba entre la multitud. Francisco luego dio un beso en la cabeza al chico de la silla de ruedas.
Posteriormente, se pidió a la multitud que tengan cuidado y se contengan. "El Papa nos quiere saludar, pero si nos amontonamos, será difícil hacerlo", dijo la persona que hizo el anuncio.
Francisco visitó este miércoles una prisión en el último día de su gira por México, e hizo un llamado a reconsiderar la manera de castigar a los criminales.
"Hemos perdido ya muchas décadas pensando y creyendo que todo se resolverá aislando, separando, encarcelando y eliminando los problemas, creyendo que esas políticas realmente resolverán problemas, dijo el papa durante su visita a la prisión estatal de Cereso, en Ciudad Juárez, al otro lado de El Paso, Texas, en la frontera con EE.UU.
El Papa dijo que "es un imperativo moral" arreglar el problema de las prisiones. El mayor evento del día sin embargo, será una misa campal que pronunciará cerca de la frontera mexicana-estadounidense. En esa misa se espera que destaque destaque la situación de los migrantes y que bendiga el muro que separa a México de Estados Unidos.
