"No más muerte. No más explotación", dijo el Papa Francisco durante una misa el miércoles por la noche en Ciudad Juárez, al concluir su visita de cinco días a México.
Ciudad Juárez está en la frontera con Estados Unidos, y el Papa rezó en silencio por los que han muerto tratando de cruzar a Estados Unidos, mientras miles de fieles lo miraban a ambos lados de la resguardada frontera.
El Papa también saludó con la mano y bendijo a una multitud que lo aclamaba al otro lado del Río Grande en El Paso, Texas. La misa fue transmitida en vivo a miles de personas reunidas en un enorme estadio de fútbol en la Universidad de Texas, en El Paso.
En español, Francisco agradeció que la ayuda de la tecnología les permitía rezar, cantar y celebrar juntos el compasivo amor que el Señor da y que ninguna frontera puede evitar que compartan.
Horas antes, el Papa se reunió con unos 700 prisioneros en una cárcel de la convulsionada Ciudad Juárez y les dijo que aunque no podían deshacer su pasado, podían trabajar escribiendo una nueva historia y caminando hacia adelante.
El Pontífice les recomendó usar sus experiencias para ayudar a "poner fin a este ciclo de violencia y exclusión".