Los líderes mundiales están cometiendo un error si concluyen que el esfuerzo del presidente estadounidense Donald Trump por revisar la postura militar global de Estados Unidos significa que Washington se está retractando, valoró el secretario de Defensa Pete Hegseth.
El martes, Hegseth habló con los periodistas en Stuttgart, Alemania, sede del Comando Europeo y del Comando Africano de Estados Unidos, la primera parada de su primer viaje internacional desde que prestó juramento el mes pasado.
"Sería negligente no revisar la postura de fuerza en todas partes, pero sería una suposición de planificación equivocada decir que Estados Unidos está abandonando algo o que Estados Unidos se va", explicó Hegseth.
"No, Estados Unidos es inteligente al observar, planificar, priorizar y proyectar poder donde necesitamos disuadir el conflicto", agregó.
Los comentarios se producen antes de las reuniones clave el miércoles y el jueves en Bruselas de los ministros de defensa de la OTAN y del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, un grupo de casi 50 países que se han comprometido a apoyar a Ucrania en sus esfuerzos para repeler a Rusia.
Los funcionarios de defensa de Estados Unidos han dicho que se espera que Hegseth presione a los aliados de la OTAN para que asuman un papel más de liderazgo en la confrontación de los desafíos en Europa y también para aumentar el gasto en defensa, algo que el jefe de defensa de EEUU enfatizó en Alemania.
"El continente europeo merece estar libre de cualquier agresión. Pero deberían ser los vecinos los que más inviertan en esa defensa individual y colectiva", dijo Hegseth. "Eso es sentido común.
“Ustedes defienden su vecindario y los estadounidenses los acompañarán para ayudar en esa defensa”, dijo.
Pero no está claro si eso significa que Estados Unidos mantendrá una presencia militar robusta en toda Europa.
Hegseth dijo que el impulso de Trump para un “acuerdo de paz rápido en Ucrania” podría permitir a Estados Unidos cambiar recursos para contrarrestar la creciente amenaza de China en el Indo-Pacífico.
Amenaza de China
“No hay duda de que las ambiciosas pretensiones de los comunistas chinos son sólidas”, dijo Hegseth ante los periodistas. “Su visión del mundo es bastante diferente a la nuestra, y quienquiera que lleve ese manto va a marcar el tono para el siglo XXI”.
Hegseth también criticó a Beijing por lo que llamó intenciones perniciosas en América Latina y en toda África.
“La postura de Estados Unidos allí, junto con la de sus aliados y socios, va a ser importante para disputar ese espacio”, manifestó.
Terrorismo en África
Luego Hegseth dejó abierta la posibilidad de que Estados Unidos mantenga una presencia militar en África, incluida Somalia, a pesar de la decisión de Trump de retirar las fuerzas estadounidenses del país durante su primer mandato.
"África es en gran medida la primera línea de combate de los islamistas", dijo Hegseth. "No vamos a permitirles mantener un punto de apoyo, especialmente para intentar atacar a Estados Unidos".
En la actualidad, EEUU tiene cerca de 500 efectivos de operaciones especiales en Somalia, que ayudan a las fuerzas gubernamentales a hacer frente a la filial somalí del grupo terrorista Estado Islámico y a Al Shabab, vinculado a Al Qaeda.
“Quiero escuchar a los comandantes sobre el terreno, ante todo”, dijo Hegseth, y agregó que, si bien Estados Unidos mantendrá las fuerzas donde sean necesarias, hay una preferencia por “hacer un contraterrorismo efectivo en el horizonte”.
A principios de este mes, los ataques aéreos estadounidenses tuvieron como objetivo a un planificador de alto rango del Estado Islámico en las montañas Golis de Somalia.
Gasto de defensa
El martes, Hegseth también se comprometió a encontrar formas de hacer que el gasto de defensa de Estados Unidos sea más eficiente, y dijo que acogerá con agrado la ayuda de Elon Musk, el multimillonario que dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) no gubernamental de Trump.
“Espero darle la bienvenida a Elon al Pentágono muy pronto”, dijo. “Hay despilfarro, redundancias y exceso de personal en las sedes centrales que deben abordarse”.
Como ejemplo, Hegseth señaló los programas del Pentágono centrados en abordar el cambio climático.
“El Departamento de Defensa no se dedica al cambio climático, ni a resolver el termostato global”, dijo. “Nos dedicamos a disuadir y ganar guerras”.
Sin embargo, añadió que los esfuerzos por reducir el despilfarro no irían “en detrimento de las capacidades operativas o tácticas estadounidenses”.
Incluso mientras se reduce el despilfarro, dijo Hegseth, Estados Unidos necesita gastar más en defensa, y pide gastar al menos del 3 % del producto interno bruto (PIB).
La administración Trump ha pedido a los aliados de la OTAN, muchos de los cuales se han quedado rezagados respecto de Estados Unidos en financiación militar, que gasten al menos el 5 % del PIB en defensa.
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