El gobierno de EE.UU. condenó "firmemente" este lunes la violencia de grupos musulmanes contra cristianos coptos en Egipto, y pidió a las autoridades de ese país que lleven a cabo una investigación exhaustiva.
Los ataques sectarios, que durante el fin de semana ocasionaron la muerte al menos a una docena de personas, han hecho temer una intensificación de la violencia religiosa en Egipto.
El gobierno egipcio dijo que usará todos los medios legales a su alcance para evitar nuevos enfrentamientos entre musulmanes y cristianos coptos, que provocaron el incendio de una iglesia e incidentes en los que además al menos 232 personas resultaron heridas.
Todo ocurrió al parecer después que corrieron rumores de que cristianos habían raptado a una mujer que se había convertido al Islam.
Unos mil coptos llevaron a cabo una protesta pacífica este lunes en El Cairo contra la falta de firmeza según ellos mostrada por las autoridades frente a los ataques a cristianos.
El Ejército indicó que 190 personas detenidas tras los enfrentamientos serán juzgadas en tribunales militares.
Otras 15 personas habrían sido arrestadas este lunes, incluyendo el supuesto marido musulmán de la mujer que al parecer desató los choques, así como a un cristiano dueño de una cafetería, a quien también se acusa de incitar a la violencia.
Los cristianos atribuyen la violencia a la corriente islámica ultraconservadora de los salafistas, pero medios de prensa en la capital responsabilizaron a "contrarrevolucionarios" y "extremistas", a quienes asociaron con partidarios del presidente Hosni Mubarak, depuesto el pasado 11 de febrero.
Uno de los grupos opositores al régimen de Mubarak, el Movimiento del 6 de Abril, condenó los ataques a las iglesias y convocó para el próximo viernes una manifestación a favor de la unidad de cristianos y musulmanes en la célebre plaza de Tahrir, escenario principal de la revuelta egipcia.
