Los fiscales del juicio que se le sigue al ex presidente de Egipto Hosni Mubarak solicitaron este jueves en El Cairo que se le condene a morir en la horca, por ser cómplice de la muerte de numerosos manifestantes durante las revueltas populares del año pasado que terminaron echándolo del poder.
Uno de los cinco miembros de la fiscalía además pidió al juez que preside la causa que dicte sentencia de muerte para el ex ministro del Interior Habib el-Adly y seis altos oficiales de la policía que también son enjuiciados en lo que en Egipto se conoce como “el proceso del siglo”.
Dos hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, también comparecen en el juicio, en el que a todos se les acusa de corrupción, abuso de poder y malversación de fondos públicos.
En adición a estos cargos y la muerte de manifestantes, el principal fiscal del juicio, Mustafa Suleiman, acusó al depuesto presidente de ser un tirano que en los últimos 10 años de gobierno hizo todo a su alcance por asegurar la sucesión en el poder a su hijo Gamal.
Mubarak, de 83 años, se vio obligado a dimitir el 11 de febrero de 2011 luego de 18 días de protestas callejeras contra su gobierno.
Según el fiscal Suleiman, el ex gobernante no ordenó directamente que mataran a los manifestantes, pero dijo que éste no cumplió con su responsabilidad constitucional de proteger a la población. Todos los acusados niegan su culpabilidad.
Desde que se inició el juicio hace cinco meses, Mubarak ha sido llevado a la corte en camilla y ha escuchado los alegatos en su contra junto al resto de los acusados dentro de una sala enrejada en el interior del tribunal.
En la última de las tres vistas llevadas a cabo esta semana, el juez aplazó el juicio hasta el 9 y 10 de enero, cuando se deben presentar los alegatos finales.