El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, amenazó como poner trabas al nombramiento como nuevo secretario del Trabajo de Thomas Pérez, a quien acusa de pretender impulsar en ese puesto una agenda “ideológica” personal.
McConnell pronunció un discurso el miércoles que sugiere que sus correligionarios pondrán trabas a la confirmación de Pérez en el cargo, para el que fue propuesto por el presidente Barack Obama.
Pérez, de 51 años y fuertemente respaldado por grupos hispanos, se ha desempeñado hasta ahora como jefe de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, y Obama elogió su carrera profesional como un ejemplo del éxito que pueden alcanzar los hispanos en EE.UU.
De llegar a ocupar el cargo se prevé que Pérez, hijo de inmigrantes dominicanos, juegue un importante papel en los esfuerzos de la Casa Blanca por incrementar el salario mínimo y reformar las leyes de inmigración.
El miércoles incluso el senador hispano por Florida Marco Rubio declaró que la elección de Pérez fue una decisión “desastrosa”, y dijo que aunque muchos estadounidenses especialmente los hispanos celebran su historia personal “desafortunadamente, en cuanto a intelecto y ética del trabajo no reúne la calificación para ser un secretario del gabinete”.
El Comité de Trabajo y Salud del Senado debió haber votado durante la jornada por la nominación de Pérez, pero los republicanos se valieron de un tecnicismo para dilatar la votación.
Se espera que el asunto vuelva a ser visto la semana entrante luego de dos prórrogas interpuestas por los republicanos. A pesar de controlar el Senado los demócratas necesitan 60 votos para ratificar a Pérez y sólo cuentan con 53 y dos más de legisladores independientes. Los republicanos tienen 45 escaños.
McConnell pronunció un discurso el miércoles que sugiere que sus correligionarios pondrán trabas a la confirmación de Pérez en el cargo, para el que fue propuesto por el presidente Barack Obama.
Pérez, de 51 años y fuertemente respaldado por grupos hispanos, se ha desempeñado hasta ahora como jefe de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, y Obama elogió su carrera profesional como un ejemplo del éxito que pueden alcanzar los hispanos en EE.UU.
De llegar a ocupar el cargo se prevé que Pérez, hijo de inmigrantes dominicanos, juegue un importante papel en los esfuerzos de la Casa Blanca por incrementar el salario mínimo y reformar las leyes de inmigración.
El miércoles incluso el senador hispano por Florida Marco Rubio declaró que la elección de Pérez fue una decisión “desastrosa”, y dijo que aunque muchos estadounidenses especialmente los hispanos celebran su historia personal “desafortunadamente, en cuanto a intelecto y ética del trabajo no reúne la calificación para ser un secretario del gabinete”.
El Comité de Trabajo y Salud del Senado debió haber votado durante la jornada por la nominación de Pérez, pero los republicanos se valieron de un tecnicismo para dilatar la votación.
Se espera que el asunto vuelva a ser visto la semana entrante luego de dos prórrogas interpuestas por los republicanos. A pesar de controlar el Senado los demócratas necesitan 60 votos para ratificar a Pérez y sólo cuentan con 53 y dos más de legisladores independientes. Los republicanos tienen 45 escaños.