Como ya se está volviendo tradición, los republicanos cuestionan a otro de los nominados por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para ejercer un cargo público.
Esta vez se trata del hispano Thomas Pérez, nominado por Obama para liderar el Departamento de Trabajo, encabezado hasta el momento por la demócrata Hilda Solis.
Un grupo de republicanos aseguró que dudan de la capacidad de Pérez para el cargo debido a un acuerdo cuestionable que negoció cuando era el jefe de la División de Derechos Civiles en el Departamento de Justicia.
Los republicanos Charles Grassley, senador por Iowa; y los representantes Darrell Issa, de California y Bob Goodlatte, de Virginia, emitieron el domingo un reporte donde critican a Pérez de hacer un mal uso de sus facultades para persuadir a la ciudad de San Paul, Minnesota, de cesar un proceso en la Corte Suprema.
Los legisladores presentaron un documento de 63 páginas, luego de semanas de investigación, en donde aseguran que Pérez engañó a un grupo de funcionarios para que evitaran presentar una demanda que podría haber resultado en varios millones de dólares para el gobierno.
"Esta oferta fue inapropiada y tenía el potencial de violar la obligación de lealtad de Pérez con su cliente, Estados Unidos", agrega el reporte.
Los demócratas salieron rápidamente al paso de las críticas y aseguraron que Pérez tomó la mejor decisión para el beneficio de los ciudadanos y de Estados Unidos.
"Pérez actuó profesionalmente para avanzar en el interés de los derechos civiles y combatir efectivamente el flagelo de la discriminación en la vivienda", aseguraron algunos demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, quienes emitieron su propio reporte sobre el nominado.
La discusión abre paso a una nueva batalla en el Congreso en donde los republicanos intentarán sabotear la audiencia de confirmación de Pérez, mientras que los demócratas esperan lograr suficientes votos para aprobarlo en el Senado este próximo jueves.
Esta vez se trata del hispano Thomas Pérez, nominado por Obama para liderar el Departamento de Trabajo, encabezado hasta el momento por la demócrata Hilda Solis.
Un grupo de republicanos aseguró que dudan de la capacidad de Pérez para el cargo debido a un acuerdo cuestionable que negoció cuando era el jefe de la División de Derechos Civiles en el Departamento de Justicia.
Los republicanos Charles Grassley, senador por Iowa; y los representantes Darrell Issa, de California y Bob Goodlatte, de Virginia, emitieron el domingo un reporte donde critican a Pérez de hacer un mal uso de sus facultades para persuadir a la ciudad de San Paul, Minnesota, de cesar un proceso en la Corte Suprema.
Los legisladores presentaron un documento de 63 páginas, luego de semanas de investigación, en donde aseguran que Pérez engañó a un grupo de funcionarios para que evitaran presentar una demanda que podría haber resultado en varios millones de dólares para el gobierno.
"Esta oferta fue inapropiada y tenía el potencial de violar la obligación de lealtad de Pérez con su cliente, Estados Unidos", agrega el reporte.
Los demócratas salieron rápidamente al paso de las críticas y aseguraron que Pérez tomó la mejor decisión para el beneficio de los ciudadanos y de Estados Unidos.
"Pérez actuó profesionalmente para avanzar en el interés de los derechos civiles y combatir efectivamente el flagelo de la discriminación en la vivienda", aseguraron algunos demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, quienes emitieron su propio reporte sobre el nominado.
La discusión abre paso a una nueva batalla en el Congreso en donde los republicanos intentarán sabotear la audiencia de confirmación de Pérez, mientras que los demócratas esperan lograr suficientes votos para aprobarlo en el Senado este próximo jueves.