Los miembros del Comité de Finanzas del Senado en Washington bombardearon a preguntas este miércoles a Jak Lew, al comienzo de la audiencia legislativa que debe confirmarlo como nuevo secretario del Tesoro de EE.UU., puesto para que el fue nombrado por el presidente Barack Obama.
Lew fue objeto de inquisitivas preguntas de parte de los senadores pero en todo momento se mostró sereno y según la mayoría de los analistas políticos no hay razón para esperar que su nombramiento sea rechazado por los legisladores.
El nominado fue interpelado duramente en particular sobre su pasado como alto funcionario del conglomerado financiero Citigroup en momentos en que el banco recibió una fuerte suma del gobierno para rescatarlo tras la crisis económica que estalló en 2008.
Senadores republicanos le preguntaron directamente cómo pudo aceptar un bono de $940 mil dólares de parte de la institución a principios de 2009 cuando por el mal estado de sus cuentas el banco había recibido $45 mil millones de dólares en ayuda del gobierno y estaba a punto de concedérsele otro fondo de garantía mucho mayor.
El senador republicano Chuck Grassley criticó a Lew por haber recibido el bono y le preguntó si consideraba que era moralmente aceptable. Su respuesta fue que entonces “era empleado del sector privado, y fue compensado de manera similar” a como lo eran otros con puestos equivalentes en la industria.
Ya avanzada la audiencia, el senador republicano de más rango en el comité, Orrin Hatch dijo dirigiéndose a Lew: “francamente, creo que hoy ha estado usted muy bien”.
Al hacer la presentación del nominado ante el comité, el influyente senador demócrata Charles Schumer destacó que la última vez que el gobierno federal ha podido reportar excedentes en vez de déficit fue cuando Lew se desempañaba en la oficina de presupuesto durante la presidencia de Bill Clinton.
Antes de ser hasta ahora jefe de gabinete de la Casa Blanca, Lew también fungió como director de presupuesto del presidente Obama y en la década de los 80 trabajó para el entonces líder de la Cámara de Representantes, el demócrata Tip O´Neil, quien en 1986 logró forjar con el republicano Ronald Reagan una histórica reforma presupuestaria e impositiva.
Lew fue objeto de inquisitivas preguntas de parte de los senadores pero en todo momento se mostró sereno y según la mayoría de los analistas políticos no hay razón para esperar que su nombramiento sea rechazado por los legisladores.
El nominado fue interpelado duramente en particular sobre su pasado como alto funcionario del conglomerado financiero Citigroup en momentos en que el banco recibió una fuerte suma del gobierno para rescatarlo tras la crisis económica que estalló en 2008.
Senadores republicanos le preguntaron directamente cómo pudo aceptar un bono de $940 mil dólares de parte de la institución a principios de 2009 cuando por el mal estado de sus cuentas el banco había recibido $45 mil millones de dólares en ayuda del gobierno y estaba a punto de concedérsele otro fondo de garantía mucho mayor.
El senador republicano Chuck Grassley criticó a Lew por haber recibido el bono y le preguntó si consideraba que era moralmente aceptable. Su respuesta fue que entonces “era empleado del sector privado, y fue compensado de manera similar” a como lo eran otros con puestos equivalentes en la industria.
Ya avanzada la audiencia, el senador republicano de más rango en el comité, Orrin Hatch dijo dirigiéndose a Lew: “francamente, creo que hoy ha estado usted muy bien”.
Al hacer la presentación del nominado ante el comité, el influyente senador demócrata Charles Schumer destacó que la última vez que el gobierno federal ha podido reportar excedentes en vez de déficit fue cuando Lew se desempañaba en la oficina de presupuesto durante la presidencia de Bill Clinton.
Antes de ser hasta ahora jefe de gabinete de la Casa Blanca, Lew también fungió como director de presupuesto del presidente Obama y en la década de los 80 trabajó para el entonces líder de la Cámara de Representantes, el demócrata Tip O´Neil, quien en 1986 logró forjar con el republicano Ronald Reagan una histórica reforma presupuestaria e impositiva.