El presidente Barack Obama se reunirá el próximo martes en Washington con estadounidenses cuyos beneficios del gobierno por desempleo ya expiraron en un nuevo esfuerzo por conseguir que el Congreso les extienda la ayuda federal.
Tales subvenciones expiraron la semana pasada para 1,3 millones de estadounidenses sin trabajo y Obama y sus asesores han estado ejerciendo presión sobre los legisladores para que se les prorrogue la ayuda y se evite así mayores perjuicios a la economía nacional.
Según una declaración difundida por la Casa Blanca, el presidente hablará sobre los efectos de que esos beneficios hayan caducado y “advertirá de las consecuencias negativas para la economía de EE.UU., si el Congreso no actúa rápidamente respecto a esta urgente prioridad”.
El secretario del Trabajo, Tom Perez, dijo a la prensa el viernes que muchos de los desempleados que perdieron la ayuda han pasado de una situación de “adversidad” a la “catástrofe”, y de acuerdo con legisladores demócratas los daños equivalen a la pérdida de más de $400 millones de dólares para la economía del país.
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, ha prometido someter a votación un proyecto de ley para prorrogarles la ayuda a los desempleados tan pronto como el Congreso reanude sus sesiones el 6 de enero, luego del receso por Navidad y fin de año.
La asistencia del gobierno a desempleados ha sido renovada año por año desde 2008, pero muchos republicanos se oponen a seguirla extendiendo bajo el argumento de que la medida fue adoptada con carácter provisional y que mantenerla contribuirá además a ampliar el déficit federal.
Tales subvenciones expiraron la semana pasada para 1,3 millones de estadounidenses sin trabajo y Obama y sus asesores han estado ejerciendo presión sobre los legisladores para que se les prorrogue la ayuda y se evite así mayores perjuicios a la economía nacional.
Según una declaración difundida por la Casa Blanca, el presidente hablará sobre los efectos de que esos beneficios hayan caducado y “advertirá de las consecuencias negativas para la economía de EE.UU., si el Congreso no actúa rápidamente respecto a esta urgente prioridad”.
El secretario del Trabajo, Tom Perez, dijo a la prensa el viernes que muchos de los desempleados que perdieron la ayuda han pasado de una situación de “adversidad” a la “catástrofe”, y de acuerdo con legisladores demócratas los daños equivalen a la pérdida de más de $400 millones de dólares para la economía del país.
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, ha prometido someter a votación un proyecto de ley para prorrogarles la ayuda a los desempleados tan pronto como el Congreso reanude sus sesiones el 6 de enero, luego del receso por Navidad y fin de año.
La asistencia del gobierno a desempleados ha sido renovada año por año desde 2008, pero muchos republicanos se oponen a seguirla extendiendo bajo el argumento de que la medida fue adoptada con carácter provisional y que mantenerla contribuirá además a ampliar el déficit federal.