Funcionarios de seguridad electoral de Estados Unidos están preparando al público estadounidense para un nuevo tipo de peor escenario para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, que incluiría una avalancha de desinformación en las horas posteriores al cierre de las urnas, generando dudas sobre los resultados o sobre el proceso mismo, mientras los votantes esperan saber quién dirigirá el país en los próximos cuatro años.
Complicando más las cosas, los funcionarios advierten que los potenciales ataques muy posiblemente serán penetrantes, diseñados para que los estadounidenses sean desconfiados de cualquier información que reciban, aún aquella de fuentes normalmente confiables.
“Actores extranjeros y cibercriminales podrían crear nuevas páginas web, podrían alterar páginas ya existentes y crear y compartir contenido de redes sociales para diseminar información falsa”, advirtieron en un anuncio público el Departamento Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia para la Seguridad de la Información y Ciberseguridad (CISA).
“El FBI y CISA urgen al público estadounidense a evaluar críticamente las fuentes de la información que consuman y que buscan información confiable y verificada de fuentes confiables, como funcionarios electorales locales o estatales”, agregó el anuncio. “El público debería también estar consciente de que si actores extranjeros o cibercriminales pudieran hacer cambios a una página web relacionada al tema electoral, la información y los sistemas internos se mantendrían a salvo”.
Los temores no son nuevos. Durante meses, funcionarios de seguridad electoral locales, estatales y federales han estado tratando de preparar a los votantes, diciéndoles que debido al aumento de la votación por correo debido al temor a la pandemia, podrían pasar días antes que se anuncie quién es el ganador oficial de la elección.
Funcionarios de contrainteligencia también han advertido en meses recientes que países como China, Rusia e Irán, así como otros actores cibernéticos, han estado operaciones de influencia para “socavar la confianza de los estadounidenses en nuestro proceso democrático”.
Pero la nueva advertencia del FBI y la CISA va más allá, explicando como los adversarios podrían tartar de confundir a los estadounidenses en el internet y por las redes sociales.
Controlar una oleada de desinformación mientras los centros de votación están cerrando, podría resultar un reto difícil.
Sin embargo, algunos funcionarios electorales ven razón para tener esperanzas basadas en la anuencia de las compañías de redes sociales para reunirse con ellos periódicamente durante los últimos meses para examinar campañas de desinformación, con algunos de esos esfuerzos ya produciendo resultados.
El martes, Facebook cerró más de 150 cuentas, páginas y grupos vinculadas a la Agencia de Investigación del Internet de Rusia, considerada una operación de piratería cibernética.
Facebook y Twitter también han anunciado los cierres de cuentas vinculadas a la misma agencia rusa.
A inicios de este mes, Microsoft habló públicamente sobre cómo hackers vinculados a China, Rusia e Irán han estado activamente atacando las campañas del presidente Donald Trump y de su principal rival, el vicepresidente Joe Biden.
Algunos expertos temen que lo que se ha hecho no sea suficiente.
"Muchas de las plataformas dominantes han decidido actuar y ser mucho más proactivas”, dijo Emily Fry, directora de Integración cibernética en la Corporación MITRE, durante un foro organizado el Instituto McCrary, de la Universidad de Auburn.
"Pero al mismo tiempo, lo que están hacienda aquí es unilateral, y actividad de Plataforma en Plataforma es solo una parte de lo que necesitamos para entender y combatir problemas sistémicos en todo el ecosistema de las redes sociales”, agregó.
Algunos funcionarios están igualmente inquietos sobre las habilidades para combatir una campaña masiva de desinformación.
"Me preocupan esos últimos dos días y el día de las elecciones”, dijo el secretario de Estado de Pensilvania, Kathy Boockvar, quien habló en el evento de la Universidad de Auburn.
“Yo vivo diciendo a la gente, no opriman el botón de retuitear”, dijo. “Es tan fácil perpetuar. Y por supuesto, eso es lo que nuestros adversarios extranjeros, eso es lo que nuestros adversarios domésticos, eso es lo que quieren que hagamos para socavar nuestra confianza en la elección”.
CISA y funcionarios electorales estatales han estado esforzándose, tratando de vacunar a los votantes contra la anticipada ola de desinformación, urgiéndoles a prepararse, participar, y sobre todo, ser pacientes.
“Esto probablemente tomará un poco más de tiempo para hacer el conteo debido al aumento de los votos ausentes”, dijo el director de CISA, Christopher Krebs. “Tengan un poco de paciencia. La democracia no se hizo de la noche a la mañana”.