Estados Unidos tiene una profunda preocupación por la crisis en Venezuela, advierte un experimentado diplomático estadounidense, a tiempo de analizar la situación en esa nación.
Roger Noriega, ex subsecretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental y ex embajador de Estados Unidos ante la OEA, dijo en entrevista con la Voz de América, que hay una sensación diferente por la forma en la que hoy se encara el problema.
“El liderazgo de la OEA está tratando de prestar la atención requerida por esa crisis y su secretario general, Luis Almagro, ha hecho mucho para formular una estrategia para enfrentarla y eso requiere la voluntad por parte de los Estados miembros”, dice Noriega.
Para este diplomático la actitud de Estados Unidos está cambiando de manera positiva.
“Recientemente Estados Unidos ha empezado a usar el foro de la OEA para hablar sobre Venezuela, antes solo se habían ejecutado sanciones, se hablaba de valores democráticos y se apoyaba el diálogo. Ahora la Administración Trump ha cambiado esa política y está fortaleciendo la posición del secretario Almagro para discutir esta realidad y buscar una respuesta de concenso”, afirma Noriega.
El ex embajador de Estados Unidos ante la OEA también reconoce que los esfuerzos estadounidenses en la ONU son muy positivos.
“Es importante que Estados Unidos no solo hable de la crisis sino también de las causas y las raíces de la crisis, del mal manejo que el régimen ha hecho de la economía en Venezuela, de la corrupción, la falta de separación de poderes y la actitud de ignorar la voluntad popular que eligió a los miembros de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora”, remarca Noriega.
Sobre la visión de Latinoamérica para la actual administración del presidente Donald Trump, Noriega destaca que se deben hacer esfuerzos para tender puentes y acercar voluntades.
“Es importante que el presidente Trump intercambie ideas y tenga contactos con sus colegas para entender mejor a la región porque hay inquietud por la retórica que precedió a la presidencia, el tema del muro, los inmigrantes, etc., que ha socavado la confianza en esos países”, subraya Noriega.
“Debemos nuevamente cultivar ese entendimiento porque no somos solamente vecinos sino socios económicos y tenemos retos y desafíos con estos países que son aliados en temas comerciales y de seguridad”, manifiesta el ex alto funcionario del Departamento de Estado.
“Latinoamérica no es un problema para Estados Unidos, es más bien una solución para muchos de los problemas que enfrentamos”, concluye Noriega.