La propuesta presupuestaria de la administración Trump para 2018 recorta profundamente la asistencia de Estados Unidos para Latinoamérica.
Países como Venezuela Ecuador, Cuba, y Jamaica no recibirían ayuda directa. México y países centroamericanos serían los más beneficiados con la reducida asistencia para el desarrollo que propone la administración Trump.
Entre las naciones latinoamericanas, Colombia recibirá una asistencia casi similar aunque un poco menor a la del presupuesto de 2016. Para el resto de países, la ayuda estadounidense disminuye notablemente.
El plan debe ser aprobado por el Congreso, por lo que se espera que sufra cambios, si se consideran los comentarios de varios legisladores demócratas y republicanos luego de recibir la propuesta.
Trump propone en su presupuesto fusionar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), con el Departamento de Estado.
USAID, que trabaja en unos 100 países, tendría que limitar de 30 a 35 por ciento de sus oficinas regionales, al sufrir un recorte del 65 por ciento en su presupuesto.
Un documento del plan presupuestario obtenido por la revista Foreign Policy, propone usar los reducidos fondos de la asistencia para el desarrollo en un programa que está relacionado estrechamente con objetivos de seguridad nacional, informa la publicación.
Trump asigna al Departamento de Estado $37.600 millones de dólares, de los cuales $1.39 millones de dólares son para operaciones en el continente americano y el Caribe. La cifra es $614 millones de dólares menor al presupuesto del año fiscal 2016.
Reacciones en el Congreso
Legisladores demócratas criticaron duramente el plan presupuestario indicando que contradice muchas de las promesas que Donald Trump hizo durante la campaña electoral, y especialmente porque recorta drásticamente muchos programas sociales, de educación, salud y medio ambiente, además de la asistencia al exterior.
Particularmente señalan los recortes de impuestos que beneficiarían a los estadounidenses más adinerados. El senador Bernie Sanders, independiente por Vermont, dice que el plan es "inmoral", agregando que es una transferencia masiva de riqueza de las familias trabajadoras y ancianos al 1 por ciento de los más ricos.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, dijo que el presupuesto como está perjudicará a muchos partidarios de Trump, pero está convencido de que será rechazado.
En la Cámara de Representantes, la líder de la minoría Nancy Pelosi, demócrata por California, dijo que los recortes que afectarán los programas de Seguridad Social, Seguro para Discapacitados, el presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud y la educación, "es una de las propuestas presupuestales más tontas que puedan hacer".
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo en cambio que la propuesta "da prioridad a los contribuyentes de la nación por encima de los burócratas de Washington" y fortalece el estamento militar.
El presupuesto de Trump, que alcanza a los 4.100 billones de dólares proyecta eliminar el déficit nacional en una década al tiempo que se protegería la Seguridad Social y el Medicare, el programa de seguro médico para los estadounidenses de 65 años o mayores.
La mayor parte de los recortes propuestos por Trump disminuyen drásticamente programas de ayuda a los pobres, desde Medicaid a los subsidios de alimentos y pagos a discapacitados.
Otros republicanos, como los senadores John Cornyn y John McCain, declararon que el plan "no tiene posibilidad de ser aprobado".
El legislador republicano Hal Rogers, de Kentucky calificó los recortes a los programas de ayuda para los pobres como "draconianos".
Su colega Fred Upton, de Michigan, cuestionó la propuesta presupuestal de Trump que incluye fondos para la construcción de un muro en la frontera con México, diciendo: "Creí que México iba a pagar por el muro, ¿Por qué está esto en nuestro presupuesto?", preguntó.
El líder de la minoría en el Senado, Steny Hoyer, dijo no haber visto en sus 36 años en el Congreso "un presupuesto menos realista".
Expertos y economistas independientes dicen que el plan fiscal de la administración Trump se basa en proyecciones irreales de crecimiento económico (del 3 por ciento).