La vida del desaparecido líder venezolano Hugo Chávez, que hipnotizó a las empobrecidas masas de su país antes de morir de cáncer en 2013, llega esta semana a la televisión en Latinoamérica, en una serie que ha generado críticas antes de su estreno.
Producida por Sony Pictures Televisión, la serie "El Comandante" se estrenará en Estados Unidos en la cadena Telemundo, en la primavera.
Concebida por un abierto crítico de Chávez, la serie de 60 episodios narra el improbable ascenso al poder del líder izquierdista desde su infancia en una zona rural pobre de Venezuela y cómo su autoritarismo sentó las bases para la actual crisis económica de la nación.
El exministro de Comercio de Venezuela, Moisés Naim, dice que se le ocurrió la idea tras pasar años tratando de explicar a amigos en Washington, donde ahora reside, el atractivo de Chávez sobre los venezolanos.
"Hay dos cosas que nadie puede disputar independientemente de la ideología: Primero, es que Chávez era un político extremadamente carismático que seducía a la gente en todo el mundo, y la otra es que Venezuela ha sido destruida por una crisis enorme", dice Naim.
"Es muy difícil alegar que la actual tragedia no tiene nada que ver con Chávez", agrega.
Muchos de los logros y fracasos de Chavez en los 14 años que estuvo en el poder son ampliamente conocidos. Sería difícil encontrar a un líder mundial que pasó más tiempo frente a las cámaras haciendo de su presidencia algo parecido a una actuación.
El co-director venezolano Henry Rivero dijo que para hacer la serie más entretenida y menos parecida a un documental fue necesario especular sobre lo que pasaba cuando las cámaras no estaban rodando.
En el estudio de Bogotá donde se filma la serie, el actor colombiano Andrés Parra, que interpreta a Chávez, enciende un cigarrillo y se inclina hacia un asistente para hablarle de sus planes de hacer un referendo constitucional que le permita optar por la reelección indefinidamente.
"Hablamos de cambiarlo todo, de ir de capitalismo al socialismo", dice el falso Chávez, a quien nunca se le vio fumar en público.
No se puede negar que este recuento de la vida de Chávez, que no está apoyada por el gobierno venezolano o la familia del exmandatario, ha sido polémica.
El presidente Nicolás Maduro en un discurso a la nación en enero, denunció a la serie llamándola "basura imperialista".
La exesposa de Chávez ha amenazado con demandar a Sony, y Diosdado Cabello, líder del partido socialista en el poder, ha dicho que elegir a Parra -quien también protagonizó una serie sobre el capo colombiano de la cocaína Pablo Escobar- para el papel principal, es parte de un esfuerzo de la extrema derecha extranjera para empañar la imagen del líder.
"Lo atacaron cuando estaba vivo y ahora que no está físicamente con nosotros", dijo Cabello la semana pasada al tiempo que instó a los partidarios del gobierno a poner carteles en edificios y lugares de trabajo, donde se lee "Aquí no se habla mal de Chávez".
El domingo, el ministro de Cultura venezolano Adán Chávez, hermano del fallecido presidente, dijo que pronto se comenzará a filmar una producción venezolano-cubana sobre la vida de Chávez, tentativamente titulada "El verdadero Chávez".
Pero, dejando la política a un lado, Parra dice que interpretar a un individuo tan complejo y tan fresco en la memoria del pueblo, es un sueño.
Antes de filmar, el actor pasa dos horas transformándose en Chávez, con una peluca rizada, una doble barbilla falsa y maquillaje para oscurecerle la piel.
Parra ha trabajado con un entrenador de voz por más de un año, y ha pasado cientos de horas viendo los maratónicos discursos de Chávez en YouTube a fin de aprender sus maneras para replicar el uso de su mano izquierda y su risa.
"El carisma de Chávez no es algo que se pueda aprender", dice el actor, quien saluda a visitantes en el set con una amplia sonrisa y con la mano levantada como solía hacer el líder populista.
La serie no será transmitida en Venezuela porque Sony no otorgó los derechos para el país.
El hecho de que no será vista allí entristece al co-productor Rivero, quien dice que sus compatriotas podrían beneficiarse de dar otra mirada a la historia reciente. Señala que cuando comenzó el proyecto pasó días llorando recordando los momentos dolorosos de la revolución, como las protestas que precedieron el intento de golpe de 2002.
El hecho de que tantos aliados de Chávez han desdeñado la serie sin haberla visto muestra cuán inseguros están de su legado, dice Parra.
"Quizás es porque saben la verdad", señala. "O quizás porque por medio de una serie de televisión hemos mostrado defectos o recreado situaciones, en las que la imagen de ser humano que Hugo Chávez quería construir no es tan perfecta".