Jared Kushner, el yerno y asesor presidencial de Donald Trump habría sugerido establecer un canal de comunicación secreto con Rusia durante una conversación con el embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergey Kislyak, informa el Washington Post.
Kushner y el diplomático ruso hablaron sobre la posibilidad de establecer un canal de comunicación secreto y seguro entre el equipo de transición de Trump y el Kremlim, usando las instalaciones de la misión rusa, en un aparente intento por evitar que sus discusiones -antes de la investidura de Trump- fueran vigiladas, dice el diario citando a funcionarios estadounidenses que recibieron reportes de inteligencia.
El embajador Kislyak informó a sus superiores en Moscú que Kushner le hizo la propuesta durante una reunión el 1 o 2 de diciembre en la Torre Trump, según indican comunicaciones rusas interceptadas que fueron revisadas por funcionarios estadounidenses, dice el diario.
Kislyak dijo que Kushner sugirió usar las instalaciones diplomáticas rusas en Estados Unidos para las comunicaciones. A la reunión también asistió Michael Flynn, el primer asesor nacional de seguridad de Trump, señala el reporte.
La Casa Blanca confirmó la reunión en marzo, restando importancia a su significado, indica el Washington Post. Pero, personas familiarizadas con el asunto dicen que el FBI ahora considera el encuentro, así como otra reunión que Kushner tuvo con un banquero ruso, como asuntos que deben ser investigados.
Según el reportaje, Kislyak quedó sorprendido por la sugerencia de permitir a un estadounidense usar equipos de comunicación en su embajada o consulado, una propuesta que habría traído riesgos de seguridad tanto para Moscú como para el equipo de Trump.
Ni la reunión ni las comunicaciones de los estadounidenses involucrados estaban bajo vigilancia de Estados Unidos, dijeron funcionarios.
La Casa Blanca ha declinado comentar sobre la noticia.
Robert Kelner, abogado de Flynn, también declinó hacer declaraciones, cita el Washington Post. Y la Embajada de Rusia no respondió a los pedidos de comentario, dice el diario.
Rusia a veces propaga información falsa en los canales de comunicación que sospecha son monitoreados, a fin de crear confusión y desinformación entre los analistas estadounidenses, pero funcionarios dicen que no está claro lo que Kislyak hubiera ganado al mentir a Moscú sobre sus contactos con Kushner, especialmente en un momento en que el Kremlim todavía tenía esperanza de mejorar drásticamente las relaciones con Trump.
El aparente interés de Kushner, en crear un canal secreto de comunicación con Moscú en lugar de usar sistemas del gobierno de EE.UU., se ha agregado a la intriga que rodea la relación del gobierno de Trump con Rusia. Para algunos funcionarios, dice el Washington Post, eso refleja una ingenuidad asombrosa.
El FBI monitorea fuertemente las comunicaciones de diplomáticos rusos en EE.UU. y mantiene una vigilancia casi constante de sus instalaciones diplomáticas. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) monitorea las comunicaciones de diplomáticos rusos en el exterior.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses actuales y pasados, dicen que aunque los diplomáticos rusos tienen medios seguros de comunicarse con Moscú, el presunto pedido de Kushner para que le permitan acceso a dichos canales es extraordinario.
¿Cómo puede confiar que los rusos no van a divulgarlo por su lado? preguntó un exalto oficial de inteligencia citado por el Washington Post. El FBI sabría que un funcionario del equipo de transición de Trump iba a entrar o salir de la embajada, lo cual hubiera causado "una gran preocupación", agregó la fuente. La idea en sí, señaló, "parece extremadamente ingenua o absolutamente ridícula".
El diario estadounidense destaca que la discusión sobre un canal secreto se agrega al cada vez más amplio patrón de esfuerzos de los más cercanos asesores de Trump para ocultar sus contactos con sus contrapartes rusos.
El primer asesor de seguridad de Trump, Flynn, fue obligado a renunciar luego de hacer una serie de declaraciones falsas sobre sus conversaciones con Kislyak.
El secretario de Justicia, Jeff Sessions, se retiró de todo asuntos relacionado con la investigación de Rusia, después que se reveló que no había informado sobre sus reuniones con Kislyak durante su audiencia de confirmación en el Congreso, donde le preguntaron si había tenido algún contacto con rusos.
Las interacciones de Kushner con los rusos, incluidos Kislyak y un banquero ruso cuya institución ha sido sancionada por EE.UU., no fueron reconocidas por la Casa Blanca hasta que fueron reveladas por la prensa.
El reportaje del Washington Post aclara que es común que los principales asesores de un nuevo presidente se pongan en contacto con líderes y funcionarios de otros países. Pero, agrega que los nuevos gobiernos generalmente son cautelosos al manejar esos contactos con Moscú, régimen al que las agencias de inteligencia de EE.UU. han acusado de librar una campaña sin precedentes para interferir en las elecciones presidenciales del año pasado y ayudar a elegir a Trump.
Funcionarios del gobierno de Barack Obama, citados en el reportaje, dicen que miembros del equipo de transición de Trump nunca les preguntaron sobre un canal de comunicación seguro con sus contactos rusos, posiblemente debido al temor de filtraciones.
El Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca y las agencias de inteligencia de Estados Unidos, todas tienen capacidad para establecer canales de comunicación seguros con líderes extranjeros, aunque hacerlo para un equipo de transición sería inusual, indica el periódico.
La información detalla además que asesores de Trump tampoco han dado a conocer sus reuniones con líderes de los Emiratos Árabes Unidos.
En diciembre, según el Washington Post, la Casa Blanca se enteró que el príncipe heredero de Abu Dabi estaba viajando a Nueva York para reunirse con Kushner, Flynn y Stephen Bannon, otro asesor de Trump, solo porque agentes de aduanas estadounidenses en los Emiratos vieron el nombre del Príncipe en un manifiesto de vuelo.
Con respecto a la sugerencia de Kushner para las reuniones, el periódico indica que Rusia también habría tenido sus propias razones para rechazar la idea porque hubiera requerido que Moscú expusiera a un estadounidense sus capacidades de información más sofisticadas, que probablemente tiene en lugares muy seguros en sus complejos diplomáticos.
El Washington Post relata que a mediados de diciembre fue alertado mediante una misiva anónima, sobre la reunión de Kushner con Kislyak donde hablaron sobre el canal de comunicación. Esta semana, indica el diario, funcionarios que revisaron la carta, y hablaron bajo condición de no ser identificados para poder discutir información secreta, dijeron que la parte sobre el canal secreto de comunicación es consistente con lo que conocen de los eventos.
Los funcionarios y la carta, dicen, que Kushner dijo a los rusos que estaba consciente de que sería políticamente delicado reunirse en forma pública, pero que era necesario que el equipo de trump pudiera continuar su comunicación con representantes del gobierno ruso, señala el reportaje.
Además de discutir la creación de un canal de comunicaciones, Kushner, Flynn y Kislyak también habrían hablado de arreglar una reunión entre un representante de Trump y "un contacto ruso" en un tercer país, cuyo nombre no fue identificado, dice la carta anónima.
El Washington Post recuerda que en abril reportó que Erik Prince, el ex-fundador de la firma de seguridad privada Blackwater, y asesor informal del equipo de transición de Trump, se reunió el 11 de enero, nueve días antes de la investidura de Trump, en las islas Seychelles en el Océano Índico, con un representante del presidente ruso Vladimir Putin.