El Washington Post informa que una dudosa información de inteligencia rusa sobre una presunta colaboración entre Hillary Clinton y el Departamento de Justicia influyó en la decisión del ex director del FBI James Comey, en julio pasado, de anunciar públicamente el fin de la investigación sobre el servidor privado de correos electrónicos de la ex Secretaria de Estado.
Según el diario, el documento de inteligencia, en el que se afirma que la ex Fiscal General de entonces, Loretta Lynch, prometió a una integrante de la campaña de Clinton que no sería severa con la exSecretaria de Estado, llevó a Comey a "tomar la extraordinaria decisión" de anunciar los resultados de la investigación sin involucrar al Departamento de Justicia.
El artículo del Washington Post indica que Comey temía que si Lynch hacía el anuncio y el documento era filtrado al público, socavaría la investigación.
Ello, agregado a la sonada reunión entre Lynch y Bill Clinton en una pista aérea de Arizona, que Comey dijo le había inquieta, fue suficiente para que él mantuviera a la Fiscal General fuera de la decisión de anunciar que Clinton no sería procesada.
Un mes después de que Comey anunciara que la investigación a Clinton había terminado y la criticara fuertemente, el FBI determinó que la información de inteligencia rusa no era confiable y posiblemente era falsa.
El FBI recibió el documento de una fuente a principios de marzo de 2016 y su veracidad fue debatida internamente en la agencia, informa el Washington Post. Varias personas que conocen del tema dijeron al diario que las dudas sobre el documento se agudizaron en agosto, cuando funcionarios de la agencia estuvieron más seguros de que no había nada que respaldara las afirmaciones.
El FBI habría tratado de verificar el documento, que describía un presunto correo electrónico de la expresidenta del Comité Nacional Demócrata (DNC) por sus siglas en inglés, Debbie Wasserman Schultz a Leonard Benardo, de las Fundaciones Open Society, de George Soros.
El email decía que Lynch prometió a Amanda Rentería, una integrante de la campaña de Clinton, que ella evitaría que la investigación se profundizara. Pero, el FBI no habría averiguado más sobre el documento y al parecer no entrevistó a la gente involucrada.
Wasserman Schultz y Benardo dijeron en entrevistas separadas al Washington Post que no se conocen y nunca se han comunicado. Renteria, dijo en entrevista que ellas nunca se han comunicado, y personas que conocen sobre las afirmaciones de Lynch dicen lo mismo. Lynch habría declinado comentar sobre el tema.
Ni la ex Fiscal General, ni Rentería tienen idea de por qué fueron incluidas en un documento que describe comunicaciones que nunca ocurrieron, apunta el Washington Post. Pero, otros dijeron que reconocen las señales de una teoría de conspiración que sería menos sorprendente en Rusia, donde Soros, que es el fundador de la organización para la que Benardo trabaja, y Clinton, son considerados enemigos políticos del Kremlim.
"La idea de que los rusos cuenten una historia en la que la campaña de Clinton, Soros e incluso un funcionario de la administración Obama estén conectados, que ellos digan esa historia, no es sorprendente", dijo Matt Rojansky.
Rojansky, que es experto en Rusia y director del Kennan Instituto en el Wilson Center, agregó que: "Eso es parte del punto de vista mundial del Kremlim".
El Washington Post dice que hay otra conexión que podría explicar cómo comenzó el incidente. Es posible, explica el diario, que Rentería, nunca se comunicó con la ex Secretaria de Justicia Lynch, pero conoce a otra mujer llamada Loretta Lynch que es abogada en California, y una vez hace varios años trabajó en una campaña de Clinton.