El presidente Barack Obama instó este martes al Congreso a eliminar los recortes de impuestos de que disfrutan las compañías petroleras e insistió en que el país debe eliminar su dependencia del crudo extranjero.
También dijo que EE.UU. está hablando con países productores de petróleo en todo el mundo para que incrementen el bombeo de crudo a fin de frenar el aumento en el precio de la gasolina.
En su último mensaje semanal de los sábados, Obama había pedido poner fin a los subsidios de $4,000 millones que reciben las empresas de petróleo y gas todos los años a costa del bolsillo de los estadounidenses.
Según el presidente, el dinero ahorrado en tales exenciones podría invertirse en energías limpias renovables y además reducir la dependencia que tiene EE.UU. del petróleo extranjero.
En una carta enviada a los líderes del Congreso, Obama señaló que los altos precios en este momento del crudo “tienen el potencial de desacelerar el ritmo del crecimiento de la economía precisamente cuando necesitamos acelerarlo".
La demanda del presidente ocurre en la semana en que varias corporaciones petroleras harán el anuncio de ganancias probablemente récord, cuando los estadounidenses están pagando por el combustible el precio más alto en tres años.
También se produce un día después de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se declaró dispuesto a "considerar" la supresión de exenciones fiscales a las petroleras.
Sin embargo, por conducto de su portavoz Brendan Buck, Boehner, se manifestó este martes opuesto a la medida porque a su juicio a la larga "elevaría los impuestos y los precios en las gasolineras".
De acuerdo con el vocero, Boehner es partidario de "aumentar el suministro de energía estadounidense y reducir la dependencia del petróleo extranjero" pero "sólo está interesado en reformas que realmente bajen los costos de la energía y generen empleo".