Saliéndole al paso a una opinión pública cada vez más molesta con el alto precio de la gasolina, el presidente Barack Obama anunció este sábado en su tradicional mensaje semanal la adopción de nuevos planes para garantizar la producción nacional de crudo y hacer frente al alza del combustible.
El presidente dijo haber dado instrucciones al Departamento del Interior para que venda concesiones anuales en la Reserva Nacional de Petróleo en Alaska, con el debido respeto de zonas vulnerables.
También instruyó que se acelere la evaluación de recursos de gas y petróleo en la región sur y centro del Atlántico, y dispuso crear nuevos incentivos para que el sector haga uso de concesiones existentes en alta mar y en tierra.
Obama dijo que para dar más tiempo a las compañías a fin de que puedan cumplir con los estándares más altos de seguridad explorando y perforando, se están extendiendo concesiones de perforación en regiones del Golfo de México afectadas por una moratoria temporal, además de ciertos sectores en aguas de Alaska.
Agregó que se está formando un nuevo grupo de trabajo interagencias para asegurar que los proyectos de desarrollo en el Artico cumplan con los estándares de salud, seguridad, y medioambiente.
Aunque las medidas ayudarían a reducir la dependencia de EE.UU. del petróleo importado, Obama admitió que no contribuirán a reducir de inmediato el precio de la gasolina, que en muchas partes del país hace días está por encima de los $4 dólares el galón.
El presidente destacó la reciente formación de un grupo de trabajo encabezado por el Fiscal General, Eric Holder, con la finalidad de “combatir los casos de fraude o manipulación del mercado que podrían afectar el precio de la gasolina, incluida cualquier actividad ilegal por inversionistas y especuladores”.
Obama volvió a insistir en que debe suprimírseles a las compañías petroleras las exenciones fiscales de $4,000 millones de dólares anuales de que gozan en un momento en que además de que reportaron ganancias récords, el alto precio del combustible hace que los estadounidenses apenas puedan llenar el tanque de sus automóviles.