Miles de personas que residen a un lado y otro del Mississippi, el río más grande y caudaloso de EE.UU, están evacuando sus hogares porque las aguas en algunos sitios han alcanzado niveles no vistos en más de 80 años.
Las autoridades en la sureña ciudad de Memphis, en Tennessee, están yendo puerta por puerta para alertar a los residentes en las áreas más bajas amenazadas por las inundaciones, y han distribuido volantes en español y en inglés urgiéndolos a evacuar.
El viernes, las aguas llegaron a la altura récord experimentada por el río en esa ciudad, que data de 1927, y se espera que sigan subiendo hasta llegar el próximo miércoles a más de cuatro metros por encima de la medida que marca el nivel de inundación.
La crecida del Mississippi, que se extiende a lo largo de 3.700 kilómetros y atraviesa 10 estados del país, desde el norte hasta la costa del Golfo de México, y también del río Ohio que es su tributario, ya ha forzado a evacuar familias en seis estados de la nación.
Las peores inundaciones para Louisiana pudieran demorar todavía unas tres semanas antes de que la crecida se vierta en las aguas de la cuenca del Golfo.
El gobernador del estado dijo que para el martes entrante podría haberse tomado la decisión de abrir un aliviadero a fin de ayudar a drenar el río.
El cuerpo de ingenieros del ejército está valorando abrir otro canal al norte de la ciudad de Nueva Orleans, que fue inundada por el huracán Katrina en 2005.
Con todo, expertos han dicho que es improbable que grandes áreas metropolitanas se vean inundadas en las próximas dos semanas, gracias a diques y otros sistemas de defensa que las protegen.
Sin embargo, en las granjas, pequeñas ciudades y algunas áreas urbanas a lo largo del cauce del río, las inundaciones pueden ser de consideración.
Datos del censo muestran que más de 4 millones de personas residen en áreas adyacentes al Mississippi, desde el estado de Illinois, en el norte, hasta la costa de Louisiana, donde también desemboca su afluente el Atchafalaya.
Hace apenas una semana, violentos tornados devastaron numerosas comunidades del sur del país, a sólo unos cientos de kilómetros al este del Mississippi, y causaron la muerte a más de 300 personas.