Una corte de apelaciones en California aceleró el reclamo de los homosexuales para ser admitidos sin obstáculos como miembros de las fuerzas armadas de EE.UU. al ordenar que se ponga fin de inmediato a la llamada política de “no pregunte, no digas”.
El año pasado el presidente Barack Obama firmó una histórica ley que anulaba esa política que durante 18 años forzó a los militares gays a mantener en secreto sus inclinaciones sexuales so pena de ser expulsados del servicio.
Desde entonces, el Pentágono ha estado elaborando los reglamentos para aplicar la nueva política, y el fallo este miércoles de la corte en California podría llanamente acelerar el proceso.
El año pasado un juez federal también en California determinó que la política de “no preguntes, no digas” violaba la Constitución, y emitió una orden restrictiva, pero la Novena Corte de Apelaciones la dejó en suspenso.
El fallo de la corte obedeció entonces a que el Departamento de Justicia interpuso una apelación para dar más tiempo a los militares a prepararse para admitir el reclutamiento de soldados homosexuales en sus filas.
El nuevo fallo ahora de un panel de tres jueces federales sostiene que el gobierno no está en condiciones de satisfacer las exigencias para mantener por más tiempo en suspenso la orden restrictiva.