La confusión reinaba en Washington el miércoles sobre el presunto borrador de una orden ejecutiva que sugiere que el presidente Donald Trump está dispuesto a revisar la forma como Estados Unidos interroga a sospechosos de terrorismo y reabriría las prisiones conocidas como “sitios negros”, en el extranjero.
El New York Times y la Associated Press reportaron que han obtenido copias del documento, que supuestamente está circulando entre importantes funcionarios de la administración.
Pero el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, insistió que el borrador “no es un documento de la Casa Blanca” y no dio explicación de dónde podría proceder.
La presunta orden ejecutiva mantendría abierta la prisión estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba, donde 41 sospechosos de terrorismo todavía permanecen encarcelados, pese a que el expresidente Barack Obama trató infructuosamente de cerrar la instalación durante sus ocho años de mandato.
Obama afirmaba que la cárcel de Guantánamo, donde la Agencia Central de Inteligencia (CIA), usaba las llamadas “técnicas de interrogación extremas” en sospechosos hasta que el mandatario las prohibió,servía como un arma de reclutamiento para los terroristas del Estado Islámico.
Obama también cerró las prisiones de “sitios negros” que eran operadas por la CIA.
Durante su campaña por la Casa Blanca, Trump respaldó volver a usar la técnica de ahogamiento simulado (waterboarding) con prisioneros, un método cruel de interrogación que Obama prohibió y ahora está prohibido por la ley estadounidense.
Uso de tortura
Trump dijo una vez que quiere renovar el uso del ahogamiento simulado y “un montón de cosas peores”, en la creencia de que “la tortura funciona”, e incluso “si no funciona, ellos (los terroristas) la merecen de todas maneras”.
Desde entonces, el nuevo presidente estadounidense ha atenuado sus declaraciones públicas, y ha destacado el consejo de su secretario de Defensa James Mattis acerca de que la tortura en sospechosos de terrorismo no es efectiva para prevenir ataques futuros.
Trump también ha prometido mantener Guantánamo abierta, diciendo que su gobiero “va a llenarla con tipos malos. Créanme, vamos a llenarla”.
El presunto borrador de la orden ejecutiva establece que los más altos funcionarios de seguridad nacional “recomienden al presidente si deben reiniciar un programa de interrogación de terroristas extranjeros de alto valor que sea operado fuera de Estados Unidos, y si dicho programa debe incluir el uso de instalaciones de detención operadas “ por la CIA, que la agencia de espionaje estadounidense controlaba después de los ataques terroristas de al-Qaeda en 2001 en Nueva York y Washington.
Se cree que la CIA manejaba prisiones clandestinas en Irak, Lituania, Tailandia, Rumania, Afganistán y Polonia.
Medios noticiosos dicen que el presunto borrador dice que las leyes estadounidenses deben ser respetadas en todo momento y explícitamente rechaza la tortura.
La ley estadounidense limita las técnicas de interrogación a las que se encuentran en el Manual de Campo del Ejército de Estados Unidos, el cual no incluye el ahogamiento simulado o ningún otro tipo de interrogación extrema.
La presunta consideración de Trump de las técnicas de interrogación extremas fue rechazada inmediatamente por el senador de Arizona, John McCain.
El aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2008, piloto de la Marina de Guerra estadounidense, fue capturado por Vietnam del Norte en los años sesenta, y mantenido como prisionero de guerra durante más de cinco años.
“El presidente puede firmar cualquier orden ejecutiva que quiera”, dijo McCain. “Pero la ley es la ley. No vamos a usar de nuevo la tortura en los Estados Unidos de América”.
McCain dijo que el secretario de Defensa, Mattis, y el nuevo director de la CIA, Mike Pompeo, le aseguraron que respetaría los límites del Manual de Campo del Ejército sobre la interrogación a los sospechosos de terrorismo.
Ken Bredemeier, VOA