El gobierno estadounidense tomó acciones el martes para disolver compañías vinculadas con Irán que han transferido aproximadamente 1.000 millones de dólares a los iraníes, violando las sanciones estadounidenses impuestas al país.
El Departamento del Tesoro anunció que había afectado una "gran red" de 25 personas, compañías y agencias gubernamentales iraníes con sanciones por haber evadido las penas que Estados Unidos implementó el año pasado luego de retirarse del acuerdo nuclear de 2015.
Dichas sanciones congelan cualquier activo que tengan bajo jurisdicción de Estados Unidos y prohíben a los estadounidenses hacer negocio con ellos. Pero también abren la posibilidad de que cualquier persona o compañía estadounidense sea objeto de sanciones si hacen negocios con las entidades afectadas.
La acción identifica a cuatro empresas de Irán, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos como compañías fantasmas del banco Ansar de Irán, que ha estado enviando dinero a la Guardia Revolucionaria Iraní y a grupos relacionados, en violación a las sanciones.
El Departamento del Tesoro dijo que las empresas habían enviado aproximadamente 800 millones de dólares al banco, que pasó el dinero a la Guardia Revolucionaria Iraní, a su componente Fuerza Quds y al Ministerio de Defensa del país.
El dinero fue utilizado para pagar los sueldos de empleados y de combatientes extranjeros, particularmente en Siria.
"Estamos atacando una gran red de empresas fantasma y de individuos ubicados en Irán, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos para desbaratar un sistema que el régimen iraní ha utilizado para transferir de manera ilegal miles de millones de dólares en fondos", señaló la dependencia en un comunicado.
La acción también impuso una capa adicional de sanciones al ministerio de defensa, que había sido penalizado anteriormente por desarrollar armas para destrucción masiva. La nueva capa de las sanciones alega que hay un apoyo al terrorismo.