Los aspirantes a la nominación presidencial republicana se enfrascaron en un nuevo debate electoral esta vez en la ciudad de Las Vegas, en Nevada, sobre los principales temas de campaña que a la larga definirán cuál de ellos se enfrentará al presidente Barack Obama en las elecciones del año próximo.
A diferencia de los debates anteriores, en este caso el foco de los candidatos estuvo en atacar a sus rivales dentro del propio partido, y menos al presidente Barack Obama y el partido demócrata. En particular, los enfrentamientos verbales entre el ex gobernador de Massachussets, Mitt Romney, y el gobernador de Texas, Rick Perry, fueron especialmente fuertes.
La audiencia del debate, que fue moderado por el presentador de CNN, Anderson Cooper, estuvo compuesta por votantes de 16 estados y territorios del oeste del país, quienes tuvieron oportunidad de hacer directamente preguntas a los precandidatos.
Los contendientes fueron esta vez siete: el ex gobernador de Massachussets, Mitt Romney, el empresario Herman Cain, y el gobernador de Texas, Rick Perry, y la representante por Minnesota Michele Bachmann.
También el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, el congresista por Texas Ron Paul, y el ex senador por Pennsylvania Rick Santorum. El ex gobernador de Utah, Jon Huntsman fue invitado pero no asistió.
Durante el debate, el tema de los impuestos figuro en primerísimo orden, así como, entre otros, la creación de empleos, la inmigración de indocumentados, la seguridad fronteriza, el presupuesto de defensa, la ayuda al extranjero y la necesidad de hacer crecer nuevamente la economía del país.
Romney, cuyo plan respecto a la reforma de salud fue puesto una y otra vez en entredicho, se esforzó en tratar de cimentar la ligera ventaja que ostenta en las encuestas y Cain por demostrar que su campaña sigue cobrando empuje.
Los impuestos en debate
Todos los aspirantes atacaron por igual el plan tributario propuesto por Cain y conocido como 9-9-9, que según sus críticos elevaría los impuestos al 84% de las familias estadounidenses, algo que el empresario refutó.
Al preguntárseles si tenían algún mensaje especial para los hispanos, todos se refirieron a la necesidad de tener una economía fuerte sin particularizar en ningún grupo étnico, excepto el ex senador Santorum, quien elogió a los hispanos y resaltó como una virtud la importancia que estos confieren a la familia y a los valores tradicionales en la sociedad.
Respecto al tema migratorio, Cain pidió nuevamente disculpas si había ofendido a alguien -dijo- por haber apoyado la idea de una cerca eléctrica en partes de la frontera con México a fin de impedir la entrada de inmigrantes indocumentados, sin embargo no se retractó. “Hay que cerrar la puerta trasera" de Estados Unidos, afirmó .
Por su parte, la congresista Bachmann dijo ser partidaria de tender una cerca para cortar el paso a los indocumentados a lo largo de toda la zona fronteriza.
La idea fue rechazada por costosa e innecesaria por el gobernador de Texas, Rick Perry, quien hizo todo lo posible por tratar de recuperar el terreno perdido en previos debates y sobreponerse a una desventaja que lo ha relegado al tercer lugar.
Perry se dedicó la mayor parte del debate de dos horas a atacar no sólo las políticas del presidente Obama sino también a su principal rival republicano, Romney, a quien acusó de “hipócrita” por decir que se opone a la inmigración ilegal y por el contrario haber permitido—dijo-- la contratación de indocumentados en una de sus propiedades.
Romney y Cain lideran
Una encuesta difundida la víspera del debate de Las Vegas por CNN mostró a Romney y a Cain en una empate estadístico, con el ex gobernador de Massachussets apoyado por el 26% de los entrevistados y al empresario por el 25%. Muy distanciado, en tercera posición, el gobernador de Texas, apenas consiguió el 13% de las preferencias.
Nevada, que con un 26% de población hispana ostenta las tasas de desempleo y de embargos hipotecarios más altas del país, será uno de los primeros estados en votar en el proceso de elecciones primarias republicanas para los comicios de 2012.
El próximo debate está previsto para el 9 de noviembre en la Universidad Oakland, en Rochester, Michigan.