La mayoría de los fugitivos buscados por cometer fraude al servicio de salud pública para personas mayores de 65 años en EE.UU., el Medicare, son cubanos que huyen y se refugian en la isla, según publica este jueves martinoticias.
Se trataría de personas que llegan provenientes de Cuba al Sur de Florida, registran clínicas para dar servicios a personas de la tercera edad y luego facturan al Medicare millones de dólares por supuestos servicios médicos que nunca se prestan.
La agente especial del FBI, Frances Szczepanski, dijo a la periodista de Tv Martí Vanesa Ruiz que todo se maneja como un negocio de familia, “hemos visto a padres a cargo, luego involucran a sus hijos como secretarios, a los tíos, a los primos, etc”.
Cuando los acusados tienen que comparecer ante la justicia desaparecen de EE.UU., y la mayor parte de ellos encuentran refugio en La Habana. De acuerdo con las autoridades federales estadounidenses, ya son cerca de un centenar los fugitivos que se hallan en Cuba.
La periodistas citó informes según los cuales el propio gobierno cubano podría estar entrenando a esas personas para que lleven a cabo los fraudes y luego regresen a la isla con los bolsillos repletos de dinero, aunque las autoridades estadounidenses han dicho no tener pruebas de que en efecto sea así.
Se estima que las estafas al Medicare suman casi mil millones de dólares, y sólo en los últimos nueve meses tales fraudes han costado a los contribuyentes estadounidenses unos $360 millones de dólares.
La agente especial indicó que el FBI está trabajando el caso con Interpol. “Hacemos lo que se llama una alerta roja,--dijo-- también se sella la orden de arresto para que el individuo no sepa que esté siendo buscado” a los efectos de que si regresa a EE.UU. pueda ser arrestado.
