El senador Marco Rubio dijo que aunque sabe que nada sucede en Cuba sin el conocimiento del gobierno, hay necesidad de esclarecer quien exactamente es responsable por los incidentes de salud que afectaron a diplomáticos estadounidenses en La Habana desde 2016.
Rubio, republicano por Florida, presidente de la subcomisión sobre asuntos del Hemisferio Occidental del Senado, hizo el comentario el martes en una audiencia donde cuestionó la aparente demora del Departamento de Estado en responder al incidente.
Francisco Palmierei, vicesecretario adjunto interino de la oficina de asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, testificó el martes que el secretario de Estado tomó la decisión de convocar a una junta de revisión de responsabilidad.
Ante la pregunta de Rubio de por qué no se actuó dentro los 120 días del 1 de mayo, cuando se sabía que había serias heridas, Palmieri respondió que “a través de este proceso ha habido mucha información que sabíamos o después supimos que era contradictoria”.
“El bienestar de las 24 víctimas confirmadas, al igual que el bienestar de todos nuestros evacuados y quienes permanecen en La Habana, continúa siendo una prioridad, al igual que la actual investigación”, agregó Palmieri. Destacó que la investigación continúa y que tienen los mejores expertos del gobierno y en el sector privado trabajando para ayudarlos a determinar lo sucedido.
Palmieri indicó que tanto el secretario de Estado John Kerry como el presidente Barack Obama estaban al tanto de la situación en 2016.
Rubio indicó a fines de 2016 el personal de la embajada estadounidense en La Habana comenzó a quejarse de ruidos extraños. Entre las descripciones que se quejaban estaba sonido incapacitante o intensa presión en un oído. Agregó que hay consenso de que “los patrones de heridas son más probablemente relacionados a trauma de una fuente no natural”.
Todd Brown, vicedirector de seguridad diplomática del Departamento de Estado, testificó el martes que el FBI ha entrevistado a víctimas y llevado a cabo sondeos de residentes y hoteles. Sin embargo, la investigación continúa.
El Dr. Charles Rosenfarb, médico director de la oficina de servicios médicos del Departamento de Estado, al testificar en el Senado el martes indicó que todo el personal gubernamental que viaja a La Habana en viaje oficial ahora recibe una detallada información médica y son alentados a someterse a un análisis previo al viaje incluyendo audiogramas y pruebas neurocognitivas.
Entre tanto, el gobierno estadounidense no enviará personal de regreso a la embajada en La Habana aún, dijo a Reuters el martes un funcionario estadounidense en medio de preocupaciones de Washington por ataques que han enfermado a 24 de sus diplomáticos.
El funcionario habló a condición de anonimato antes de la audiencia de la subcomisión de Relaciones Exteriores del Senado sobre el asunto.
Los incidentes de salud que enfermado a diplomáticos estadounidenses en Cuba, causando una serie de síntomas y retrasaron el avance de las relaciones bilaterales han enfrentado a Rubio con otro republicano de la subcomisión, Jeff Flake.
Flake, el sábado pasado dijo que no ha encontrado evidencia concreta de que diplomáticos estadounidenses en Cuba hayan sido víctimas de ataques sónicos mientras se encontraban en La Habana.
Aunque Estados Unidos no ha acusado formalmente al gobierno cubano de ser responsable por los problemas de salud que han afectado a 24 diplomáticos y sus familias en los pasados 18 meses, el presidente Donald Trump ha dicho que La Habana es culpable. Cuba ha negado los cargos.
El gobierno estadounidense ha dicho que las víctimas sufrieron pérdida de audición, mareos, fatiga y problemas cognitivos.