En su mensaje de radio semanal, el presidente Barack Obama habló sobre su más reciente decisión para ayudar a aumentar los salarios de la clase media con el pago de horas extras.
"Cada semana, millones de estadounidenses trabajan más de 40 horas pero no reciben el pago de las horas extras que se merecen", dijo el presidente, que pone como ejemplo el caso de una mujer de Tucson, Arizona, que le envió una carta el verano pasado.
"Elizabeth (Paredes) es la mama de un niño de tres años de edad, y subgerente de una tienda de sándwiches. Gana alrededor de $2,000 al mes, y trabaja normalmente unas 50 horas a la semana, a veces incluso más. Sin embargo, debido a las regulaciones de horas extras obsoletas, no le tienen que pagar ni un centavo por las horas extras", dijo el mandatario.
“No es un trabajo fácil y requiere mucho tiempo lejos de mi hijo, a veces me parece que no vale la pena", escribió Elizabeth.
El Departamento del Trabajo anunció una medida para extender las protecciones de horas extras a 4,2 millones de estadounidenses, la cual aumentará los salarios de los trabajadores estadounidenses en $12.000 millones en los próximos 10 años.
"Esta acción no sólo significa una vida mejor para más familias estadounidenses, pero también fortalecerá nuestra economía en todas las áreas", enfatizó el Presidente.
Con la nueva medida, que se actualizará automáticamente cada tres años, la mayoría de los trabajadores asalariados que ganan menos de $47.500 al año calificarán para las horas extras.
Los patronos pueden también elegir aumentarles el sueldo para que ganen más de $47.500, o pueden dejarlos ir a casa después de las 40 horas para ver a sus familias o capacitarse para nuevos puestos de trabajo.
