El Senado de Estados Unidos aprobó el miércoles un paquete de rescate económico sin precedentes de 2,2 billones de dólares, dirigido a proveer ayuda a empresas, trabajadores y sistemas de salud afectados por la pandemia del nuevo coronavirus.
El paquete fue aprobado por votación unánime, a pesar del recelo entre demócratas y republicanos sobre ciertos artículos de la medida que retrasaron una votación más temprana.
El proyecto aún tiene que navegar por la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, antes de llegar a la oficina del presidente Donald Trump para que lo convierta en ley.
Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes expresaron su confianza de que el paquete será aprobado el viernes en una votación oral.
La medida, contenida en 880 páginas, es el plan de rescate económico más grande en la historia de Estados Unidos. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, envió a los senadores a sus casas hasta el 20 de abril, aunque prometió convocarlos a Washington si fuera necesario.
Con fábricas, negocios, restaurantes y escuelas cerradas en todo el país y los trabajadores enfrentando desempleo o recortes de horas de trabajo, el paquete ayudará a muchos a amortiguar los estragos que ha hecho el coronavirus a sus bolsillos.
Con el país casi paralizado, las medidas también apuntan a una economía que cae en picada hacia una recesión o algo peor, y a una nación que enfrenta una enfermedad que hasta el miércoles había matado a 1.000 personas en Estados Unidos.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo a los reporteros esta semana que el paquete de ayuda mantendrá a flote la economía por alrededor de tres meses, aunque expresó esperanzas de que la crisis no sea tan prolongada.
