La Casa Blanca anunció el martes que el presidente Donald Trump finalmente no visitará la Zona Desmilitarizada entre las dos Coreas durante la gira por el este de Asia que inicia el viernes.
La visita a la zona, conocida como DMZ por sus siglas en inglés, se ha convertido en una especie de ritual para los presidentes de Estados Unidos que intentan demostrar su determinación contra la creciente agresividad de Corea del Norte.
El presidente Dwight Eisenhower al frente de la guerra de Corea, fue el primero en visitar el área protegida por alambres de púas y sembrada de minas antipersona, que divide la península de Corea.
Otros presidentes que le siguieron fueron Ronald Reagan, Bill Clinton, George W. Bush (hijo) y Barack Obama. En todos los casos, los mandatarios emplearon binoculares parar mirar al otro lado de la frontera, escucharon la emisión de propaganda y reafirmaron su compromiso con su aliado, Corea del Sur.
Pero Trump, quien en un discurso en septiembre en Naciones Unidas amenazó con “destruir totalmente Corea del Norte”, en lugar de ir al DMZ visitará Camp Humphreys, una base militar a unos 64 kilómetros (40 millas) al sur de Seúl, para destacar la colaboración entre las dos naciones.
Tanto el gobierno surcoreano como el Departamento de Estado habían manifestado la preocupación de que la presencia de Trump allí podría incrementar las tensiones con Pyongyang.
En cambio, el actual vicepresidente Mike Pence visitó Corea del Sur en abril, y el jefe del Pentágono, Jim Mattis, lo hizo el 27 de octubre.
Además de Corea del Sur, Trump visitará Hawái, China, Vietnam y las Filipinas.