Como parte de una protesta simbólica, dirigentes juveniles acudieron a las inmediaciones de un terminal de autobuses en el este de Caracas, desde donde miles de ciudadanos han partido del país rumbo a otras naciones buscando las oportunidades que no encontraron en Venezuela.
A diferencia de muchas personas de su edad que quieren irse, estos jóvenes que conversaron con la Voz de América, dijeron que están convencidos de que vale la pena seguir luchando en Venezuela.
“Tenemos muchos factores en contra, estamos luchando contra una dictadura, contra persecuciones a todo aquel que piense distinto, pero hay que seguir de píe y afrontar todos los problemas que tenemos” dice Esteban Roa, dirigente juvenil.
Roa tiene 21 años. Insiste en apostar por Venezuela, pues considera que a pesar de la crisis y las adversidades, el país aún ofrece oportunidades.
"Seguiremos luchando por Venezuela"
También está Dilan Estrada, de 19 años, dirigente político y estudiante de Derecho en la Universidad Central de Venezuela.
Afirma con pesar que en los últimos años ha estado “más en despedidas que en celebraciones” y aunque admite que muchos viven con la incertidumbre de no saber si la lucha que llevan adelante “va a servir para algo”, sostiene que la resignación no es una alternativa.
“Luchamos por quedarnos en Venezuela y seguiremos luchando el tiempo que sea necesario porque no hay otra opción para nosotros, nuestro futuro es el que está en juego, el futuro de toda Venezuela y el futuro de todos los jóvenes que han decidido partir” afirma a la Voz de América.
Aunque el joven estudiante sostiene que no tienen la responsabilidad de la crisis, cree que el hecho de que el país “pueda recobrar su libertad” sí es su responsabilidad.
“Este país se va a levantar rápido, ya verán como esa avalancha de personas que se han ido van a volver” dice Estrada esperanzado.
Según oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, 4 millones de venezolanos se han ido del país. De acuerdo a Estrada 7 de cada 10 son jóvenes.
El gobierno en disputa del presidente Nicolás Maduro en varias ocasiones ha desestimado los informes de la ONU y ha acusado a agencias como ACNUR de “mentir e inflar” cifras.
