El oncólogo y diputado opositor José Manuel Olivares, quien estuvo al frente de las protestas por el deterioro del sector de la salud de Venezuela, dijo que salió del país porque su familia fue amenazada de ser perseguida si él seguía en la política.
Olivares se une a las filas cada vez más numerosas de activistas opositores que han sido forzados al exilio, arrestados o excluidos de la política por hacer frente al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En una carta publicada el jueves por la noche en Twitter, Olivares dijo que se vio obligado a abandonar Venezuela porque su madre, su hermano y su esposa, quien dio a luz a su hijo hace unos meses, estaban siendo "perseguidos injustamente por este gobierno".
"Mi hermano ya había recibido amenazas el año pasado, e incluso estuvo recluido en el SEBIN (agencia de inteligencia) varios meses. Ahora, desde hace semanas, mi esposa, mi madre y mi hermano recibieron amenazas nuevamente. Les advirtieron que serían perseguidos y acusados si yo no me apartaba de la política y las protestas del gremio de la salud", escribió Olivares, sin describir la naturaleza de las amenazas.
El diputado ganó renombre durante las protestas denunciando la escasez de medicamentos, la desmoronada infraestructura de salud y la emigración masiva de médicos.
Colapsa el sector de la salud en Venezuela
También ayudó a organizar investigaciones sobre el estado de los hospitales luego de que el Ministerio de Salud dejara de publicar datos sobre enfermedades y mortalidad infantil.
"El gobierno de Maduro cree que con esta persecución me hacen daño o me debilitan, pero es todo lo contrario", escribió Olivares. "Los que quedan expuestos son ellos, por su maldad y su cobardía al perseguir a mi familia y mi hijo recién nacido, y al miedo que le tienen al pueblo protestando y reclamando por un justo derecho".
Olivares no respondió de inmediato a las solicitudes de información sobre su paradero. El Ministerio de Información no contestó a una solicitud de comentarios.
Maduro dice que la oposición está respaldada por Washington y busca derrocarlo con lo que hace parecer "protestas pacíficas". Su gobierno dice que la crisis financiera se debe a una "guerra económica" librada por sus enemigos.
La mayoría de los economistas, en cambio, culpan a la falta de planificación del gobierno del grave estado de escasez, la hiperinflación y los cinco años consecutivos de contracción económica que padece el país.