La Armada de Estados Unidos inició en Guam el desembarco de centenares de marineros que estaban a bordo del portaviones nuclear USS Theodore Roosevelt, luego que su capitán alertara de que el coronavirus amenazaba la vida de la tripulación de la nave.
Hasta el miércoles por la mañana, 93 marineros estaban contagiados. El capitán del barco ordenó el miércoles el desembarco de unos 2.700 marineros, de los que 1.000 ya habrían abandonado la nave. Los otros 1.300 miembros de la tripulación deberán permanecer a bordo, detallaron fuentes del Pentágono.
El desembarco del portaaviones se produce después de que el capitán Brett Crozier enviara a sus superiores una enérgica carta en la que pedía autorización para desembarcar a 4.500 marineros y dejar sólo a 500 que realizaran las operaciones básicas para mantener el barco en funcionamiento.
"No estamos en guerra y por lo tanto no debemos permitir que un solo marinero fallezca de manera innecesaria debido a esta pandemia (...). Desembarcar a la mayoría del personal de un portaaviones nuclear y aislarlo por dos semanas podría lucir como una medida extraordinaria, pero es un riesgo necesario", escribió el militar en la misiva, desvelada este martes por el diario San Francisco Chronicle.
El capitán planteaba desembarcar a un 90% de la tripulación, y que el resto se encargara de mantener la nave en funcionamiento mientras se limpiaban todas sus áreas.
"El brote de la enfermedad continúa y se está acelerando”, urgía el capitán Crozier en su carta.
Una vez en la base naval de Guam, solo los marineros sanos podrán ser alojados fuera de la base, un importante puerto del Pentágono en el océano Pacífico.
"Nadie tiene permitido salir de la base a menos que haya dado negativo a la prueba de COVID-19”, dijo el almirante John Menoni, comandante de la región de las Marianas, en Guam.
El Pentágono no había decidido aún si se castigaría al capital del portavión, no por haber escrito a sus superiores, pero sí por haber filtrado la carta a los medios de comunicación.
“No sé quién filtró la carta a los medios. Eso sería algo que violaría los principios de buen comportamiento y disciplina, si él fuese responsable de eso. Pero yo no lo sé”, dijo el secretario interino de la Armada, Thomas Modly, luego que se le preguntara repetidamente si se castigaría al capitán.
“El hecho de que escribió la carta a sus superiores en la cadena de mando para expresar sus preocupaciones no resultaría definitivamente en ningún tipo de castigo”, afirmó Modley.