La Fundación para los Derechos Humanos (HRF), apoya la decisión de imponer nuevas y más severas sanciones a funcionarios de Venezuela, por parte del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
La organización con sede en Nueva York, aseguró que estas sanciones a individuos específicos que han violado los derechos de sus ciudadanos en Venezuela, son el primer paso en la denuncia por las violaciones “cometidas por el gobierno de Nicolás Maduro”.
“Esta orden se dirige a las personas que han optado por convertirse en guardianes de la brutalidad, la injusticia y la opresión sobre sus conciudadanos. Las personas nombradas son responsables de las muertes de manifestantes pacíficos, la tortura de estudiantes inocentes, y el encarcelamiento de dirigentes de la oposición”, dijo el presidente de HRF, Thor Halvorssen.
La orden ejecutiva anunciada por la Casa Blanca, establece que los recientes acontecimientos en Venezuela constituyen una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, y se dirige a siete personas que cometieron actos de violencia que constituyen graves violaciones de los derechos humanos, limitan la libertad de expresión, o han participado en actos de corrupción.
“Sanciones selectivas simples como la negación de visas y congelación de activos en países democráticos como Estados Unidos, tienen el potencial de cambiar la mentalidad de los ejecutores del gobierno (venezolano) y motivarlos a abandonar las estructuras políticas opresivas que actualmente dirigen”, opinó Javier El-Hage, consejero general de HRF.
De los siete funcionarios específicamente nombrados en la orden ejecutiva del presidente Obama, seis están conectados a las fuerzas de seguridad nacional de Venezuela o trabajan para el servicio de inteligencia nacional de Venezuela (SEBIN).
