El gobierno de Estados Unidos condenó fuertemente este viernes acusaciones del “régimen” cubano contra su encargada de negocios en su embajada en La Habana, Mara Tekach.
Un comunicado del secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Cuba lanzó denuncias infundadas contra la funcionaria en un intento de distraer la atención de la comunidad internacional a su pésimo tratamiento al pueblo cubano, especialmente la detención arbitraria del disidente José Daniel Ferrer.
Tekach despertó una enérgica reacción del gobierno de Cuba por visitar a la familia de Ferrer en el oriente de la isla.
Ferrer, de 48 años, lidera la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y está detenido desde el 1 de octubre. Sus familiares han dicho que no han recibido documentos que expliquen su detención.
El comunicado de Pompeo dice que la encargada de negocios y su equipo se han mantenido firmes a la hora de llevar la misión del presidente Donald Trump de defender los derechos humanos y el avance de la causa de la democracia en Cuba.
Una parte clave de este trabajo, dice la nota del Departamento de Estado, es desafiar las censurables violaciones y abusos a los derechos humanos por el régimen de Raúl Castro.
Los dedicados diplomáticos estadounidenses en la embajada de La Habana también se reúnen con los defensores de los derechos humanos en Cuba, como todos los diplomáticos estadounidenses en todo el mundo, señala el comunicado.
El embajador de Cuba en Washington disfruta de libertad de expresión en Estados Unidos y la usa para criticar públicamente a nuestro gobierno, dijo Pompeo.
“Solo quisiéramos que otros ciudadanos cubanos, entre ellos los más de 100 prisioneros políticos actualmente encarcelados por el régimen cubano y los cientos de disidentes sujetos al acoso oficial pudieron disfrutar la misma libertad de expresión y la capacidad de criticar a su propio gobierno en Cuba, como pudieran si Cuba honrara sus compromisos internacionales de derechos humanos”.
En su lugar, dice la nota, el primer recurso del régimen de Castro es desempolvar puntos obsoletos de otra época y describir a todas las voces independientes como mercenarios, subversivos y espías.
La realidad, agrega, son la represión del pueblo cubano, la sofocación de sus sueños y la negación a su dignidad las que desacreditan al régimen comunista y su revolución.
Estados Unidos, dice la nota, ha expresado, y seguirá haciéndolo abierta y transparentemente, sus graves preocupaciones sobre el tratamiento y la condición de los defensores de los derechos humanos en Cuba.
Estados Unidos defiende las libertades fundamentales de expresión, religión, asociación, y seguiremos defendiéndolas para aquellos en Cuba que desean lo mismo, concluye la nota.