La encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos, Mara Tekach, despertó una enérgica reacción por parte del gobierno de Cuba, luego de visitar a la familia de un disidente cubano, al este de la isla.
La familia de José Daniel Ferrer recibió la visita de la funcionaria estadounidense quien aseguró esta semana que Ferrer es un “preso político que corre grave peligro”.
Por su parte Cuba acusó, en un inusual artículo en Granma, a Estados Unidos de llevar adelante una “campaña de calumnias” contra la isla y denunció a la diplomática radicada en La Habana de promover la subversión con la excusa del encarcelamiento del disidente al que La Habana describe como “contrarrevolucionario”.
Desde que Donald Trump se instaló en la Casa Blanca aumentaron las sanciones contra Cuba, con un recrudecimiento del embargo comercial y acciones relacionadas con el respaldo del Gobierno de la isla al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Ferrer, de 48 años, lidera la opositora Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y está detenido desde el 1 de octubre. Sus familiares han dicho que no han recibido documentos que expliquen su detención.
Amnistía Internacional se ha preocupado por la situación de Ferrer, quien fue condenado a 25 años de cárcel en 2003 formando parte del grupo de 75 opositores presos en una ofensiva del gobierno contra la disidencia, denominada “Primavera Negra”. El disidente, quien estaba en “libertad condicional” permanece detenido pendiente a juicio.