El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo que el hombre que mató a cinco policías en Dallas, fue el único atacante y no tenía vínculos con ninguna organización terrorista conocida.
Johnson confirmó que el ataque del francotirador también dejó siete policías y dos civiles heridos.
El sospechoso, Micah Xavier Johnson, murió cuando la policía detonó un robot bomba que había enviado al lugar donde estaba acorralado. La policía de Dallas dijo que se trató infructuosamente de negociar con el individuo.
Las autoridades dicen que la emboscada a los policías que resguardaban una protesta pacífica contra la violencia policial dirigida a ciudadanos negros fue un ataque "muy bien planeado".
Tres personas están detenidas en relación al ataque.
Johnson había dicho a la policía que habían bombas colocadas alrededor de la ciudad. Pero eventualmente se descartó la presencia de explosivos.
El presidente Barack Obama calificó el ataque como "atroz, calculado y despreciable", y ordenó bajar a media asta las banderas en la Casa Blanca y en los edificios y terrenos federales durante cuatro días en honor de los agentes muertos y heridos.
La Secretaria de Justicia, Loretta Lynch anunció que su Departamento prestará asistencia a la investigación de Dallas.
Entretanto se ha informado de una ola de ataques a policías el jueves y viernes en Tennessee, Alabama, Georgia y Missouri. Los incidentes han dejado un muerto y varios heridos.