Los senadores de Estados Unidos, el demócrata Robert Menéndez por Nueva Jersey, y el republicano de Florida, Marco Rubio, cuestionaron la nominación como embajador para Nicaragua del actual jefe de la sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar.
Durante una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en Washington, los dos legisladores cubanoestadounidenses, expresaron reservas sobre la elección de Farrar por parte de la Casa Blanca.
De acuerdo con los senadores, Farrar no los ha convencidos respecto a que tenga las cualidades necesarias para hacer un buen trabajo como embajador en Managua.
“Estoy muy preocupado, no creo que haya hecho un buen trabajo en La Habana, y no creo que vaya a hacer un buen trabajo en Managua”, dijo en forma terminante Rubio. Incluso el senador por Florida aclaró que si tuviera que votar hoy respecto a la nominación de Farrar como embajador “no votaría a favor”.
Cabe recordar que según las normas del Senado, si un sólo senador de la Comisión se opone a una nominación, es suficiente para que el candidato no sea confirmado en el cargo.
Según Rubio, en La Habana Farrar parece que “llegó a la conclusión de que tenía que ser menos agresivo para caerle mejor al gobierno de Cuba” y criticó el hecho de que Farrar llegó a invitar a funcionarios del gobierno cubano a la sección de Intereses para sostener reuniones, “pero no invitó a los disidentes, quienes se han quejado repetidamente de su función”, dijo el senador Rubio.
Por su parte, el senador Menéndez, dijo que los problemas en Nicaragua eran tan profundos como la propia iniciativa del presidente Daniel Ortega de reelegirse violando la Constitución, así como sus ataques a la prensa y las denuncias que lo acusan de enriquecimiento ilícito por sus nexos con el gobernante venezolano, Hugo Chávez.