El gobierno cubano tendría absoluta libertad para expedir documentos oficiales de identidad a los venezolanos y controlar de esa manera la entrega de cédulas electrónicas con la que los electores votarán en los comicios del 2012 en ese país.
Venezuela habría concedido a la empresa informática Albet, del gobierno cubano, la potestad de manipular millones de datos de esa naturaleza, según el diario venezolano El Nacional, que dijo haber tenido acceso a documentos de un convenio secreto entre La Habana y Caracas.
El pacto daría a los cubanos acceso exclusivo a información que en circunstancias normales constituyen datos sensibles para la seguridad de cualquier país.
Un ex asesor del Ministerio del Interior y Justicia de Venezuela citado por el periódico dijo que se vio forzado a pedir asilo en Estados Unidos por atreverse a criticar el convenio, que permite a las autoridades cubanas “incluir o borrar información de las bases de datos”.
De acuerdo con el ingeniero en computación Anthony Daquin, el gobierno cubano también puede expedir documentos de identidad venezolanos a ciudadanos de otros países.
Daquin declaró a El Nacional que todos los que han objetado el convenio han sido amenazados de una manera u otra, ya que cláusulas de confidencialidad en el contrato impiden a los técnicos nacionales participar o tener conocimiento del proceso.
Una de esas cláusulas señala que “la parte venezolana no podrá acceder a los códigos fuente para realizarle modificaciones o ajustes a las aplicaciones informáticas”, según el diario.
La denuncia advierte que “si el proceso de cedulación culmina, los venezolanos acudirán a votar en 2012 con un sistema de identidad que, en la práctica, está manejado y controlado por el gobierno de Cuba”.
Hasta ahora rodeado del más absoluto hermetismo, el convenio otorgaría a los cubanos el control sobre el software para manejar las cédulas y además la potestad para emitir “documentos en sedes consulares y misiones de Venezuela en el exterior”.
El periódico destacó que mientras el contrato con la empresa cubana es por más de $170 millones de dólares, en naciones como México la cedulación de sus casi 107 millones de habitantes –más de tres veces la población de Venezuela–, costó $51 millones de dólares, menos de un tercio de lo que está pagando Caracas.