Cuba introducirá el pago en plazos a los albañiles en un intento por acabar con el "relajo" en la industria estatal de la construcción, buscando estimular uno de los sectores más rezagados de su economía socialista.
La fórmula pretende aumentar la productividad y reducir las pérdidas en la construcción, un sector clave en un país con un déficit de medio millón de viviendas.
Hasta ahora los albañiles cubanos empleados por el Estado cobraban un salario fijo, independientemente de los resultados, por lo que ahora recibirán un pago por obra realizada.
"La práctica actual de generalizar, siempre que las condiciones lo permitan, el pago a destajo pretende poner freno al 'relajo' de que se gana lo mismo si produce como si no lo hace", dijo el diario estatal Granma.
"No se puede pagar un salario a quien nada produce. Ninguna economía soporta semejante caos", añadió el rotativo.
Tras reemplazar hace dos años a su hermano Fidel en el poder, Raúl Castro eliminó los topes salariales e introdujo un sistema de pagos sobre la base de la productividad.
Pero en el caso de la construcción, el sistema está chocando con la resistencia de algunos directivos a quienes "no conviene", dijo la viceministra de la Construcción, Lesbia de la Fé.
El Gobierno espera que el nuevo sistema reduzca también el desvío de materiales en la industria de la construcción, un problema para el gobierno cubano.
Raúl Castro advirtió recientemente que las planillas de los trabajadores del Estado están infladas y sobra más de un millón de empleados públicos.