El exilio cubano, en el sur de Florida, siguió de cerca la visita del papa Francisco a Cuba y se volcó a la Ermita de la Caridad donde se realizó una misa en la que oraron por el santo padre.
Para las damas de blanco comoMagalys López García, hoy en el exilio, la visita tiene un significado especial.
Veo al Papa visitando a Cuba, que me da por un lado alegría y por el otro una tristeza, porque también vi a (el presidente Barack) Obama estrecharle la mano a Raúl (Castro) cuando nosotros tenemos tantos muertos, como tantas madres hemos sufrido, como tantas mujeres lloran aun la separación, yo misma no pude enterrar a mi madre", dijo a la Voz de América (VOA) Megalys López García.
Mientras Sylvia Iriondo, presidenta de la organización Madres por Cuba, espera que esta visita tenga buenos resultados.
"Y haciendo un llamado a la comunidad para que antes, durante y después de la visita del Papa ,cuando nadie los vea y cuando no haya luces ni cámaras , que se ocupen de todos esos cubanos que están siendo reprimidos por querer simplementevivir en libertad", explicó Iriondo a la VOA.
Por su parte el padre Carlos Jesús Céspedes, oficiante de la misa, expresó su sentimiento por la presencia del Papa en Cuba.
"Por su puesto es un mensaje de gozo y alegría, es el pastor que nos viene a visitar en Cuba y Estados Unidos y siempre trae ese mensaje de paz y de amor", replicó el Padre.
El papa Francisco está todavía en Cuba a noventa millas desde los cayos de Florida y todos quienes se reúnen en la Ermita de la Caridad y siguen su visita esperan que su mensaje pueda llegar claro y convincente a las autoridades cubanas, en beneficio del pueblo cubano.
