La reanudación de las relaciones diplomáticas entre estadounidenses y cubanos después de más de medio siglo representa el inicio de una nueva agenda política entre Estados Unidos, América Latina y Cuba.
Así lo consideró la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, quien se mostró optimista ante la nueva apertura diplomática con la isla, aunque explicó que no se trata de un proceso automático.
“Todos los anuncios que el presidente hizo ayer, ninguno de ellos entra en vigor inmediatamente, todos tienen que ser implementados, ya sea el restablecimiento de relaciones diplomáticas, que deberá ser procesado (...) con el gobierno cubano en términos de implementación, o los cambios regulatorios que habrá que hacer para expandir viajes y licencias generales”, explicó Jacobson.
La autoridad agregó que los cambios regulatorios están siendo trabajados por el Departamento del Tesoro y otras agencias en este momento, y se publicarán "lo más rápido posible".
No obstante, luego del anuncio del presidente Barack Obama, y a pesar de la oposición de un grupo de republicanos, sobre todo con orígenes cubanos, el acercamiento entre Washington y La Habana parece inminente.
“Y la reacción que he recibido es: una de las cosas más importante que el presidente podía hacer, la ha hecho, en la medida de normalizar las relaciones, y eso es cambiar todo el contenido de la conversación con los cubanos, de concentrarse consecuentemente de aislar a Cuba, que como él ha dicho, ha fracasado, y solo sirvió para aislarnos a nosotros (...) Pienso que eso es lo más importante que anunció ayer”, dijo la funcionaria estadounidense.
Jacobson enfatizó que no había que adelantarse a prejuzgar un proceso que apenas inicia, y que no se puede hablar de un levantamiento de todas las sanciones a Cuba, sin antes revisar la Ley Libertad, la legislación que trata los asuntos cubanos.
La funcionaria también confirmó que sostendrá su primera reunión de alto nivel con su similar cubano "posiblemente a finales de enero".