El gobierno cubano convocó el martes a sus emigrados y los líderes de la comunidad de isleños en el extranjero, de los cuales la mayoría vive en Estados Unidos, a un diálogo para los meses venideros.
“Como expresión de la voluntad inequívoca de continuar profundizando los vínculos con sus nacionales”, Cuba convocó a la IV Conferencia de la Nación y la Emigración del 8 al 10 de abril, según una declaración leída por Ernesto Soberón Guzmán, director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería.
Casi al unísono, el presidente Miguel Díaz-Canel también anunció el foro de diálogo en un encuentro con la comunidad de cubanos radicados en Argentina, a donde el mandatario asistió para la toma de posesión de su homólogo, Alberto Fernández.
La invitación se produce en los momentos de más alta tensión entre la isla y la administración del presidente estadounidenses Donald Trump. En el país norteamericano viven 1.5 millones de cubanos de los más de dos millones que se estima residen afuera de la nación caribeña.
La relación de Cuba con sus emigrados tuvo altos y bajos e históricamente fuertes matices políticos, pues aunque actualmente muchas personas se van por motivos económicos, en los años 60 lo hicieron por desapego a la revolución del expresidente Fidel Castro, en 1959.
Estados Unidos otorgó permisos especiales a los cubanos y facilitó el proceso de ciudadanía de éstos como si se tratara de refugiados.