Una delegación de expertos en petróleo y en medio ambiente de EE.UU. viaja esta semana a Cuba para evaluar los planes de explotación marina de crudo que tiene la isla y que tanta preocupación causan a los estadounidenses.
El grupo de expertos estará encabezado por William K. Reilly, quien fue copresidente la comisión investigadora del derrame de crudo del año pasado en el Golfo de México ocasionado por la explosión de una plataforma de extracción de BP frente a la costa de Louisiana.
Reilly ayudó a elaborar un informe a principios de este año que recomendó al gobierno de EE.UU trabajar con los de México y Cuba para elaborar y compartir normas de perforación petrolera con esos países a fin de prevenir futuros derrames.
Legisladores estadounidenses han dicho estar alarmados ante la posibilidad de que Cuba comience a perforar a gran profundidad en aguas de su plataforma insular en el estrecho de la Florida y que un accidente similar al de la plataforma Deepwater Horizon provoque una catástrofe que afecte el litoral de EE.UU.
Los esfuerzos de Cuba por explotar reservas submarinas de crudo estimadas en más de 5.000 millones de barriles empezarían a cobrar forma en lo que queda de año, cuando un consorcio encabezado por la empresa española Repsol comience a perforar un pozo a más de 5.500 pies de profundidad frente a la costa norte de la isla.
La delegación estadounidense está integrada por especialistas de la Asociación Internacional de Contratistas de Perforación y del Fondo de Defensa del Medio Ambiente, uno de cuyos directores, Daniel Whittle, dijo que “es imperioso que cuando los cubanos perforen lo hagan correctamente” porque se trata de una operación “riesgosa”.
Uno de los mayores críticos de las perforaciones previstas por Cuba es el congresista por Florida Vern Buchanan, que a principios de año presentó un proyecto de ley que facultaría a las autoridades federales a prohibir la explotación o arrendamiento petrolero en EE.UU. a compañías del sector que hagan negocios con Cuba.