El anuario estadístico de la Policía Nacional de Nicaragua registra 318 suicidios durante el año 2018, año en que inicio la crisis socio política que vive el país.
La cifra representa un incremento del 12% en relación al 2017 y del 17% en relación al 2016.
El sociólogo Cirilo Otero, aseguró que la crisis social, que vive Nicaragua ha incrementado los niveles de estrés en la población.
“No es insólito que el índice de suicido tenga mucho que ver con el estado de situación. Yo podría decir cómo es la característica de la situación de Nicaragua, hay desempleo alto, hay precios de los bienes y servicios para la familia altos, y hay una situación de de persecución de parte de personas armadas y uniformadas, eso causa estrés y estados de animo graves”, dijo Otero a la Voz de América.
Según el Anuario de la Policía, las mujeres y hombres entre las edades de los 26 y 45 años son los que lideran la lista de suicidios, seguido por el segmento de 18 a 25 años.
Otero apunta que estas estadísticas no son concretas, pues explicó que existe desconfianza en los datos de la Policía Nacional, principalmente porque han sido durante los meses de crisis uno de los principales elementos represivos del gobierno del presidente Daniel Ortega.
“La Policía, los datos que tiene son eminentemente confusos y poco creíbles alrededor de los suicidios”, aseguró.
Aunque el informe de la Policía reveló que la principal causa de los suicidios fue pasional, seguido por problemas de salud, familiares y económicos, la terapeuta Lorna Norori aseguró que el país no está preparado para analizar y sanar un tema de esta naturaleza.
“Estamos hablando de cómo la población ha sido testigo, y hablo de ser testigos en vivo, a través de redes sociales en la televisión, hemos sido testigos de muertes, asesinatos, hemos sido testigos de asaltos, hemos visto como a la población se le mutila, y en todo caso como se le reprime”, argumentó la terapeuta.
Según las estadísticas, de los 318 suicidios registrados, 262 fueron hombres y 56 mujeres.
Según los especialistas, los hombres son más vulnerables a la presión de las crisis ya sean personales, familiares o sociales. Las mujeres, aseguran, se caracterizan por ser más resilientes.
Norori aseguró que el temor y la indignación crece en la población, al ser víctima de la represión de la misma policía. Sumado a esto, la crisis económica, laboral, y educativa.
“Toda esta situación es un caos total, es una crisis que se vive socialmente, pero también personalmente, cada quien esta sintiendo el miedo, la angustia, la desesperación, el dolor, la incertidumbre por lo que esta pasando”.
La especialista considera que el Estado tiene la responsabilidad de facilitar alternativas a la población para realizar un manejo de crisis adecuado, pero en ausencia de un plan gubernamental, han sido las organizaciones sociales quienes han brindado atención a la ciudadanía.
