La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos evaluó uno de los casos más importantes relacionados con el aborto de las últimas dos décadas, y que podría cambiar la interpretación del derecho de la mujer a interrumpir su embarazo.
Amy Hagstrom Miller, Presidenta ejecutiva de la empresa Whole Woman’s Health, es la demandante en el caso.
Ella afirma que la mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a proveer cuidados de salud a las mujeres, con la compasión, la dignidad y el respeto que merecen cuando buscan servicios de aborto, y señala que de un plumazo el estado de Texas trató de eliminar sus servicios.
Hagstrom MIller dijo que compareció el miércoles ante el máximo tribunal de la nación para defender los derechos de las mujeres.
“Ha sido un largo y arduo camino que nos ha traído a este día, pero eso no es nada comparado con lo que las mujeres de Texas enfrentarán si la Ley # 2 de la Cámara de Representantes de Texas no es rechazada. Esa ley es cruel y severa, y no hace nada para promover los servicios médicos y de salud para las mujeres”.
El otro lado del argumento lo representa Ken Paxton, fiscal general de Texas, quien recordó que en 2013, la legislatura de Texas aprobó una importante ley relacionada con la protección de la salud de la mujer.
"La misma fue precipitada por el caso Gosnell en Pensilvania, y si recordamos el caso de Kermit Gosnell, ella fue condenada y recibió tres cadenas perpetuas. Sin embargo, eso no fue suficiente para ese Gran Jurado. Ellos señalaron que cada estado debe promulgar leyes que protejan más a las mujeres en clínicas de aborto, y eso fue lo que hizo Texas en 2013”.
Paxton agregó que este día (miércoles), el estado de Texas pudo defender esa ley y explicar por qué ese recurso específicamente es importante para proteger la salud de las mujeres.