El presidente y la vicepresidenta electa, Joe Biden y Kamala Harris, se han vacunado. También lo ha hecho el actual vicepresidente Mike Pence. Al igual que otros representantes políticos del Congreso, del Senado y de gobiernos locales.
El objetivo, explican, es crear conciencia entre la población, al tiempo que se da confianza sobre la efectividad y la seguridad de este nuevo medicamento para combatir el COVID-19.
Minorías estadounidenses, como los afroestadounidenses o los latinos, han revelado sus dudas sobre la vacuna, de acuerdo con varios estudios publicados recientemente. Una encuesta de COVID Collaborative, NAACP, Langer Research Associates y Unidos US señala que solo el 14 por ciento de los afroestadounidenses y el 34 por ciento de los latinos confían en la seguridad de la vacuna.
Tras meses esperando una solución a la pandemia con una vacuna, las administraciones públicas se han dado cuenta de que una parte de la población está indecisa, por lo que consideran necesario impulsar campañas de concienciación para asegurar que el mayor número de personas se vacunen.
Políticos y figuras públicas instan a todos a vacunarse
El vicepresidente Mike Pence fue el primer alto funcionario de la administración de Estados Unidos en ponerse la vacuna. Manifestó convencido de que la medicina es “segura, efectiva y un milagro médico”, lo que supuso toda una declaración de intenciones para exhibir un mensaje de confianza entre la población.
El presidente electo Joe Biden también hizo lo propio. “No hay nada de qué preocuparse”, expresó tras recibir la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech en Christiana Care Hospital de Newark, en Delaware.
El próximo presidente de Estados Unidos, que tomará posesión de su cargo el 20 de enero, confesó que quiso visibilizar su vacunación para lograr que la mayor parte de la gente tome la vacuna sin miedo.
“Creo que merece la pena decir que esto es una gran esperanza y estoy haciendo esto para demostrar que la gente debe estar preparada, cuando esté disponible, para tomar la vacuna”, dijo.
Prácticamente al mismo tiempo, pero en Washington, Kamala Harris recibió la vacuna de Moderna con intenciones parecidas a las que se han visto desde las administraciones públicas: “Quiero incentivar a todos a vacunarse”, señaló.
Campaña en Miami
Es lo que ha hecho precisamente el gobierno local del condado de Miami-Dade, una zona con una fuerte presencia latina.
“Tenemos la campaña ‘Podemos y lo haremos’ para concienciar a la población y para decir que tenemos que seguir adelante”, decía la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, en declaraciones a la Voz de América.
La estrategia en el sur de la Florida ha pasado por escoger al reconocido productor musical Emilio Estefan para crear conciencia entre la población.
“Pienso que hay que obrar con el ejemplo. Yo creo en ella porque he preguntado a muchos doctores que me han dicho que es segura. Creo que esto da esperanza a mucha gente”, dijo Estefan durante una entrevista con la VOA después de vacunarse el miércoles.
Tras la campaña de vacunación a los sanitarios y personas en residencias de la tercera edad, ahora el turno les toca a las personas mayores de 65 años. El esposo de Gloria Estefan fue el primer hispano de la tercera edad en vacunarse en el sur de la Florida.
“Yo creo que el problema es que no hay suficiente información, pero ojalá que salga bien conmigo y que pueda salvar muchas más vidas”, subrayó.
La mitad de los jóvenes no se vacunaría
Otro de los retos al que deberán enfrentarse las administraciones es la creciente desconfianza entre la población más joven. Varios estudios preliminares han dado la voz de alarma: la mitad de los jóvenes no se pondrían la vacuna.
Eso ha provocado que las autoridades ya se hayan puesto en marcha para impulsar, en pocas semanas, una campaña de concienciación para convencer a este segmento de población de la necesidad de vacunarse y de la fiabilidad de estos fármacos, que han sido aprobados de urgencia por los organismos sanitarios competentes en esta materia.
“El virus no respeta la edad y los efectos secundarios que deja el virus pueden salir hasta 2 y 3 meses después de haber sido contagiado”, dijo Rebeca Sosa, comisionada de Miami-Dade, al tiempo que pedía “responsabilidad” a los más jóvenes para “salvar las vidas” de los más mayores
“Por favor, vamos a mantenernos saludables y vamos a salvar vidas”, agregó.