Venezuela espera las medidas prometidas por el presidente Nicolás Maduro para reactivar la economía, cuya inflación para mayo superó el 60%.
El presidente del Consejo de Economía Nacional (CEN), Efraín Velázquez sostiene que las medidas no serán las pertinentes. Velázquez, quien encabeza este organismo adscrito al Banco Central de Venezuela, conversó con la Voz de América y advierte que una baja en los precios del petróleo podrían acelerar el deterioro de la economía venezolana.
¿Cómo puede definirse el ambiente económico actual, a un año y dos meses del comienzo del gobierno del presidente Nicolás Maduro?
Es una economía que ha perdido su ritmo de crecimiento y ha entrado en un escenario que incluye, adicionalmente, una volatilidad referida específicamente a una aceleración de la inflación.
En este contexto, ha estado aumentando progresivamente el precio de determinados productos. Estamos hablando de un escenario caracterizado por una recesión económica, un ambiente inflacionario combinado con mucha escasez.
Para el que ve a Venezuela desde afuera, puede ser difícil comprender cómo un país con grandes reservas de petróleo sea tan pobre, y esté incluso por debajo de Haití en algunos indicadores en América Latina.
Todo esto ocurre en un momento donde los precios del petróleo son altos, es decir, en un contexto en que Venezuela debería tener un ambiente económico diferente. Esto demuestra claramente que el dilema que pudiera estar ocurriendo, no tiene que ver básicamente con su propia riqueza, sino con un diseño de política económica que es intrínsecamente inconsistente.
¿A qué se refiere con inconsistencia técnica de la política económica?
Básicamente, han estado instrumentando unas estrategias económicas en las cuales pretenden estimular el consumo; estimular la demanda a través del gasto público. Ellos (el gobierno del presidente Nicolás Maduro) tienen unos niveles altos de gasto público para tratar de estimular la actividad económica, eso le proporciona dinero a la sociedad para salir a comprar. Esa presión de demanda está acompañada de la instrumentación de una política que restringe la actividad de los oferentes que es el sector privado. Finalmente, tenemos una economía en que usted estimula la demanda y restringe la oferta. La gente tiene dinero, sale a la calle a comprar los productos, pero no los consigue.
Pero en Venezuela se importa el 70% de lo que se consume.
Hace año y medio la mayoría de esas diferencias por demanda y oferta eran cubiertas con importaciones. Ahora no hay dólares líquidos para pagar las importaciones o para cumplir con las obligaciones financieras del país.
En el último año y medio se han ido restringiendo progresivamente las importaciones de productos terminados. En este momento, la restricción incluye las materias primas. Si el sector privado no tiene materias primas, no puede generar ofertas para enfrentar este desequilibrio económico. Esta crisis, lo que demuestra, es una impericia fundamental en el diseño de políticas económicas, en donde todo esto que estamos viviendo es producto únicamente de las autoridades económicas.
¿Dónde se ubica esa impericia en espacio y tiempo?
En los últimos 12 o 18 meses, porque básicamente el precio del petróleo dejó de subir. Y ahora las importaciones no pueden ser cubiertas por un flujo de dólares insuficientes. Las necesidades han ido creciendo, el precio del petróleo no ha subido, ni los volúmenes de exportación. Los ingresos son los mismos ante necesidades crecientes, entonces el juego se trancó.
¿Está obligado el gobierno del presidente Maduro a tomar medidas para sacar a flote la economía, que antes no tomó porque estaba protegido por el ingreso del petróleo?
Evidentemente que en este contexto hay dos escenarios fundamentales, y uno de ellos es en el cual las autoridades no hacen nada que es el que estamos viendo hoy. ¿Qué es lo que ocurre? Ese desbalance económico del que estamos hablando entre la demanda y la oferta está generando mucha inflación.
Los precios están creciendo más rápidos que los salarios de la sociedad. En consecuencia, la sociedad está perdiendo capacidad de compra. La velocidad de la oferta se está reduciendo. Básicamente, la situación tiene que ver con las reservas internacionales, que son necesarias para financiar importaciones. Luego tendrían que diseñar una estrategia económica a mediano plazo.
En el corto plazo las decisiones son dos, la primera es tratar de darle liquidez a sus reservas internacionales. En este escenario uno podría decir: Venezuela está quebrada porque si no tenemos dólares y no tenemos manera de financiar importaciones, entonces estamos quebrados. La verdad es que no estamos quebrados, porque tenemos dinero en certificados de depósitos, pero no tenemos dinero en la cuenta corriente para hacer un cheque.
Entonces, la primera decisión es trabajar en términos de la liquidez de reservas, y eso nos lleva a observar la situación del oro. Venezuela tiene hoy en oro $17 mil millones de dólares.
Debido a una decisión de las autoridades hace dos años, transfirieron el oro que estaba en el Banco de Inglaterra al Banco Central de Venezuela. Esa simple decisión hace que un activo financiero, que usted podría utilizar para financiarse, se haya convertido en un activo financiero líquido. ¿Por qué? Porque nadie le va dar garantía sobre ese oro que está depositado en su casa. ¿Por qué? Porque va a haber un conflicto cuando yo quiera tomar ese oro, si usted no cumple con su obligación ¿Cuál es la primera decisión? Trasladar ese oro fuera de Venezuela.
¿Usted cree que haya disposición del gobierno para tomar esa decisión?
Hoy no. Pero esas opciones están allí, no es que no haya opciones y Venezuela esté metida en un callejón sin salida. Opciones hay, porque estamos hablando de un país que tiene un flujo de importante de recursos y tiene una posición financiera sólida. Lo único que tiene es un problema de gerencia macroeconómica. El otro tema fundamental es la posición en derechos especiales de giros con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno tendría que hablar con el FMI y establecer algún tipo de estrategia.
Tiene otras dos consideraciones que quizás sean menos claras para la mayoría de la gente, que son parte de los recursos que están en el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), y parte de los recursos que están dentro del acuerdo con China. Muchos de esos recursos están comprometidos ya para financiar proyectos eléctricos [y] para adquirir productos chinos.
¿En qué medida la obtención de liquidez mejora la situación económica?
En que las empresas tendrán acceso a los recursos necesarios para mejorar su producción y, además, van a tener los recursos necesarios para financiar la importación y que se genere la producción.
¿Esa sería la medida sustitutiva al control de cambio?
No, todo eso ocurre dentro del control de cambio.
¿Usted lo considera indispensable?
En estas circunstancias sí, pero no en términos generales en Venezuela, con el nivel de flujo que tiene.
Hay dos tipos de decisiones fundamentales para darle liquidez a la economía venezolana, para que haya importaciones, para que haya oferta, para que cubra parte de la demanda, para que exista eso que me permita el crecimiento económico, menos inflación y menor escasez.
¿Qué necesita? Darle liquidez a las reservas. ¿Qué incluye eso? Oro, FMI. FONDEN y Fondo Chino. ¿Cuáles son las soluciones fundamentales? Darle liquidez a las reservas o aumentar los niveles de endeudamiento del país a corto plazo. Tendríamos que tener otras condiciones para hablar de mediano plazo.
Cuando estamos hablando de corto plazo ¿de cuánto estamos hablando?
Estamos hablando de los próximos 12 meses. Estamos hablando de que tenemos que ser operativos.
¿Usted cree que los venezolanos puedan esperar tanto tiempo por esas medidas?
En la medida en la que el gobierno no tome ninguna decisión, la situación va a estar caracterizada en cero crecimiento económico, mucha inflación y mucha escasez. ¿Cuánto va a aceptar la sociedad?, ¿cuándo la sociedad va a reaccionar a eso? Yo no sé, lo único que puedo es caracterizar el escenario. No tomar decisiones económicas significa la profundización de un deterioro económico y social en Venezuela.
El presidente de la república anunció una nueva fase del gobierno de calle en la que lo importante es la profundización de la nueva ofensiva económica.
Una nueva ofensiva económica ¿contra quién? Fíjese, lo que él está haciendo es metiéndole bolívares al gasto público. En el pasado el gobierno hacía el gasto público, hoy PDVSA (Petróleos de Venezuela) es la que hace el gasto público. PDVSA financia la misión vivienda, se encarga de los alimentos.
¿La política económica la gobierna PDVSA?
Hoy sí, hasta ayer no, porque [el ministro de Petróleo y Minería, Rafael] Ramírez es el líder económico, maneja PDVSA y es él quien tiene alguna idea de esto. Antes no, porque estaba [el ex ministro de Planificación] Jorge Giordani, que era la cabeza.
¿Cuál podría ser la peor decisión que podría tomar el gobierno en este momento?
En el contexto de la ofensiva económica o la guerra económica es nacionalizar el sector privado, las empresas más importantes del país.
¿Cómo define usted el modelo económico venezolano? ¿Quién pone el dinero en este modelo?
Esto no es nada de socialismo.
¿Cómo es el modelo económico venezolano?
Esto es un capitalismo de Estado financiado con la renta petrolera. Nosotros entramos en un esquema para salirnos del rentismo y caímos en la exacerbación del rentismo. Antes vivíamos del petróleo, hoy somos más dependientes que nunca, antes nos quejábamos porque lo era, hoy es lo único que tenemos, lo cual desde el punto de vista social es un tema patético.
¿Esta revolución, involucionó al país?
Sí, absolutamente.
¿Cuál es la clave para avanzar en esta crisis?
El Consejo de Economía Nacional tiene su posición de corto plazo y mediano plazo. A mediano plazo, el petróleo es el único elemento que puede garantizar a Venezuela el crecimiento económico y social sostenible. La razón es que el petróleo es el único sector que tiene las mayores relaciones intersectoriales. Si usted gasta un dólar en petróleo, está gastando un dólar más en el resto de los sectores. Estamos hablando de construcción, de comercio, de manufacturas. Si usted pretende desarrollar cada uno de los sectores de manera independiente, se tardaría mucho tiempo.
¿Que los precios del petróleo bajen potenciará la volatilidad de la economía?
Bueno, todo lo que estamos hablando de 12 meses se convierten en seis meses.
Pero la crisis también pasa por el mal funcionamiento de las instituciones del Estado…
Estamos en una crisis institucional y ésta va a profundizar la crisis económica. Las instituciones son las que tienen que presentar soluciones y si no tener instituciones formales, es una tragedia social, una de las tragedias por las que atravesamos los venezolanos, más que el propio gobierno.
¿Entonces queda en evidencia que el liderazgo del presidente Maduro se ha construido sobre la base de dádivas que ha otorgado sin ningún tipo de planificación?
Chávez lo hizo primero, lo único que está ocurriendo es que a Maduro le está explotando un proceso que ya venía y los precios del petróleo no siguieron creciendo. Chávez era más hábil. Maduro no tiene la capacidad intelectual para manejar esta situación.